El extenista argentino Mariano Puerta, que llegó a ser número 9 del ranking mundial, admitió este lunes haber mentido en el proceso que le redujo una sanción tras un positivo de dopaje en la final de Roland Garros-2005 que ganó Rafael Nadal.

"La explicación que usamos como estrategia (para aminorar la sanción) fue mentira. Pero no saqué ventaja deportiva. No quiero que me vean más como un tramposo", dijo al diario La Nación el exjugador de 41 años, retirado del circuito hace once temporadas.

Tras ser derrotado por el español Rafael Nadal, en el examen se le halló la sustancia prohibida etilefrina.

Como era reincidente de dopaje, fue castigado con ocho años de suspensión, pero recurrió la pena al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que redujo la sanción a 24 meses.

Puerta contó que en esa época utilizaba un suplemento nutricional "de cafeína y ginseng", y que le encargó un frasco de píldoras a un amigo de su preparador físico, Darío Lecman.

"Era una pastilla que no siempre la usaba, dependía de cómo me sintiera", reconoció.

Antes de Roland Garros, otros controles antidopaje que se realizó en 2005 en la final del torneo de Buenos Aires, y también en Acapulco, Casablanca, Montecarlo y Hamburgo, el resultado había sido negativo.

"Fue una sorpresa grande y me volvió a cambiar la vida. No tenía noción de lo que me estaban hablando. A partir de ahí fue un caos. Ya tenía un warning (advertencia), no podía volver a equivocarme", recordó tras haber sido notificado por carta del positivo de dopaje.

El extenista dijo haber usado pastillas de un frasco contaminado con trazas de etilefrina.

"No podíamos hacer nada porque las pastillas se habían comprado, no sé cómo decirlo... no fue en forma legal. No había factura (ticket). Mis abogados pensaron que no era conveniente ir con lo que pasó, que no iba a gustar", explicó.

En el juicio por dopaje, Puerta alegó que, minutos antes de la final estaba en el restaurante de los jugadores con su esposa de entonces (la actriz Sol Estevanez) y ella bebió agua con una medicación para los dolores menstruales que contenía etilefrina. Luego él bebió del mismo vaso.

"Se decidió en conjunto ir por ahí (con esa estrategia de defensa). Éramos muchas personas, exitosas en sus rubros. No había tontitos. Fui para adelante", admitió.

Puerta dijo que su destino profesional corría peligro. "Estaba mi carrera en juego. No me reprocho eso. Cuando tenés un warning por doping, en la reincidencia te dan de ocho a 99 años. Hay que ser loco e imprudente para hacer algo adrede", reflexionó.

- Nunca volvió a ser top ten -

"Yo no tengo nada que ver. Yo no le di nada. Es mentira (que un amigo suyo le dio pastillas a Puerta)", señaló el preparador Lecman a La Nación.

De modo parecido se expresó su ex entrenador, Andrés Schneiter, hoy coach del chileno Cristian Garín.

"Le pregunté qué había pasado. Y me dijo que no sabía. Yo supe que me mintió. Siento que no me fue sincero con aquella respuesta. Creo que tomó algo sin saber y fue negligencia", indicó.

Puerta cumplió la suspensión de dos años, pagó una multa de casi 900.000 dólares y volvió a jugar en 2007.

Nunca volvió a alcanzar el nivel que lo llevó al Top 10. Se retiró a finales de 2009 y emigró a Estados Unidos, donde vive actualmente.

AFP/FútbolUy