El Panadero Napolitano quiere volver a la Bombonera

Tiene 37 años, es panadero y se levanta a las 4 de la mañana para amasar, hornear y surtir sus dos panaderías. Poco imaginaría Adrián Napolitano que su pasión desmesurada por Boca iba a llevarlo a protagonizar el episodio más bochornoso en un Superclásico en los últimos años.

Este viernes, el hincha que lanzó gas pimienta a los jugadores de River hace ocho meses, lo que provocó la suspensión de clásico y la eliminación de Boca de la Copa Libertadores, ofreció una entrevista al diario Olé para dar su versión de los hechos y el sentimiento de amargura que todavía le queda en la boca.

Para Napolitano, lo peor ya pasó: “Puedo ir a un cine, a un bar, y no pasa nada. Ustedes me trataron como a un delincuente pero creo que hoy muchos hinchas se ponen en mi lugar y ven a un tipo que por una pasión desmedida hacia Boca tiró todo por la borda en un minuto. Quizá por eso con el tiempo la calentura que tenían se fue apagando. Es cierto que en las primeras dos semanas tuve que irme a vivir afuera y que los dos primeros meses fueron duros. Pero después ya me tomaron para la joda, cualquier cosa que pasara ponían memes míos, y quizá eso también ayudó a desdramatizar lo que hice. Si pudiera volver el tiempo atrás... pero no puedo, sólo me queda pasarme la vida pidiendo perdón y que el hincha me lo acepte”.

Y como la esperanza es lo último que se pierde, el Panadero todavía espera que la vida le de una revancha y le permita volver a la cancha del club de sus amores. “Tengo 37 años, 25 de socio, me faltaban 10 para ser vitalicio, mi historia con Boca no puede terminar así. Yo quiero hablar con Angelici, explicarle que no fue nada político, que revea mi expulsión. Yo vivía para Boca y ahora lo veo por tele, no puede ser, no se me pasa por la cabeza que no pueda volver nunca más a pisar la Bombonera”, añadió.

Adrián Napolitano fue imputado junto a otros tres hinchas xeneizes y podría ser condenado a tres años de prisión. Las defensas apelaron y el acta aún espera el juicio oral.