Octavio Rivero es la gran figura de Barcelona de Guayaquil, con cuatro goles en cinco partidos jugados en este 2025, y lo dejó en claro este miércoles cuando anotó por Copa Libertadores en la goleada 3-0 sobre Corinthians por la ida de la tercera fase.
“Sacamos una diferencia importante, que por ahí no la pensamos antes del partido, pero sabemos los jugadores que están enfrente y tenemos que estar muy concentrados”, dijo este jueves el delantero de 33 años.
“Hay que hacer un gran partido, lo más parecido a lo de ayer, con intensidad y sin miedo a jugar con pelota. Va a ser difícil, pero estamos con una ventaja, y hay que ser inteligentes y saber manejar el partido. Vamos con una confianza muy importante por lo que venimos haciendo desde el inicio del año más allá del resultado”, añadió.
Rivero llegó al club ecuatoriano a mediados de 2024, luego de hacer un gran primer semestre con Defensor Sporting. Sin embargo, estuvo muy cerca de no llegar a jugar en el Violeta, ya que Peñarol lo quería incorporar a pedido expreso de Diego Aguirre.
“Estuve cerca de jugar en Peñarol. En su momento tenía ganas, hablé con Diego Aguirre y me comentó sus ganas de que yo llegue”, contó a Convocados de radio El Espectador Deportes, y explicó por qué estaba interesado en ir: “Como club es muy importante a nivel mundial, también el interés de Aguirre, que me llamó y estuvimos hablando varios días seguidos”.
“No se dio por temas administrativos, por ahí algún directivo que no estaba del todo convencido o no sé qué pasó en ese momento; ahí apareció Defensor Sporting y no lo dudé”, comentó. Aseguró que jugar en el equipo del Parque Rodó era “una cuenta pendiente” porque “no había podido debutar allí”.
El delantero estuvo muy cerca de llegar a Peñarol pese a su pasado en Nacional, etapa que describió como “complicada”, aunque, igualmente, guarda “un gran recuerdo”. “Jugué poco y me quedé con un sabor amargo porque yo estaba con problemas personales”, siguió. Marcó cinco goles en 14 partidos con el Tricolor.