Una situación bastante atípica se dio este fin de semana en el fútbol argentino, en una nueva demostración de que existen dirigentes de equipos chicos que, en realidad, son hinchas de los clubes más populares.

Tal es el caso de Miguel Abbondándolo, exvicepresidente de Atlético Tucumán e integrante de la comisión directiva del club hasta este lunes, cuando tuvo que presentar renuncia tras ser visto y reconocido por varios fanáticos en un lugar inadecuado.

El dirigente se hizo presente en La Bombonera, donde además hizo flamear una bandera de Boca Juniors frente a una cámara, con motivo del partido de despedida de Juan Román Riquelme.

El agravante de este hecho, ocurrido el pasado domingo, es que a la misma hora jugó “su” club, Atlético Tucumán, que cayó 4-1 con Sarmiento en Junín y quedó 24º entre 28 clubes con apenas 21 puntos.