Contenido creado por José Luis Calvete
Fútbol uruguayo
Entre el mate y el tequila

Diego Abreu, la selección mexicana y la anécdota del “último partido” del Loco

El joven goleador de Defensor Sporting aclara que nunca lo llamaron desde la Celeste y contó que tiene características similares a las de su padre.

10.02.2021 13:50

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2021-02-10T13:50:00-03:00
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Diego Abreu firmó esta semana, a sus 17 años, su primer contrato con Defensor Sporting. Aún en edad de formativas, sigue forjando su camino aunque las comparaciones resultan inevitables considerando que es delantero y con similares características físicas. En diálogo con el programa ‘Vamos que vamos’ de Radio Uruguay contó cómo lo vive y la disyuntiva entre la selección mexicana y el sueño de la Celeste.

“A mí me gustaba decir que no tenía las mismas características que mi padre. Pero a medida que vas creciendo y te vas enfrentando a físicos distintos a los de séptima y sexta, tenés que cambiar tu forma de juego y hoy sí podría decir que tengo cosas similares. El juego aéreo, por nuestra altura, creo que es lo que nos caracteriza. Intento imitar sus movimientos y sus gestos en ese sentido”, confesó.

Hoy se siente “muy contento” con la firma del contrato porque “es con lo que se sueña desde que empieza el camino de formativas”. Llega al equipo de tercera división con grandes pergaminos en las categorías formativas violetas y pensando en formarse aún más en el paso previo al plantel profesional, con el que ya estuvo entrenando. La idea de jugar junto a su padre o de enfrentarlo, ya no suena a locura.

Se perdió un partido por ir a ver “el último” del Loco

“Lo hablamos en el período que estuvo en Boston River porque estuvo la posibilidad de que firmara mi primer contrato en ese entonces, pero no se dio. Sería lindo que estuviéramos los dos Abreu en una misma cancha y me dejaría contento”, reconoció, y recordó que el Loco lo hizo perderse un partido por ir a verlo al que, según él, pudo haber sido su último partido. Fue el 5 de diciembre de 2019, cuando sólo era jugador.

“Un día jugaban contra Danubio en Florida y me pidió que fuera porque podía ser su último partido. Me hizo faltar a una práctica previo a un partido, para el que después no me citaron. ‘Diego, tenés que venir porque puede ser mi último partido’, me dijo. Yo le dije: ‘Está bien, voy a ir, pero los sabemos que no va a ser tu último partido’. Cuando terminó, lloraba y le dio la camiseta a mi hermana. Ella contenta porque tenía la última. A la semana lo llaman de Boston River para que fuera técnico y jugador, aunque no era técnico; era jugador”, contó.

“Ahora, la noche anterior a firmar con el cuadro brasileño, me decía que me preparara porque en unos meses íbamos a jugar en contra. ‘Mirá que me voy pal’ Suda’, me decía. Al otro día me desperté y leí lo de Brasil, por lo que no entendía nada. Le pregunté a mi hermana qué había pasado y cuando me confirmó que se iba a Brasil quedé de cara. Me dijo que lo esperara porque en dos meses nos íbamos a enfrentar”, recordó.

“Entrené todo el verano junto a él. No sé si física y aeróbicamente le dará, pero él se pone en su cabecita que es el mejor y que puede seguir, y así lo hace. Me impresionó. Dice que si lo siguen buscando es porque todavía no ha terminado su ciclo en el fútbol”, agregó.

Entre la Celeste y la Tri

Ya jugó por la selección sub-17 de México y reconoce que estuvo la posibilidad de irse a vivir a territorio azteca y continuar su camino allá, pero junto a Defensor Sporting y a Pablo Boselli, que es su representante y también su padrino, decidió “que no era el momento”. “Hoy me siento cómodo y feliz en Defensor. Sé que en México me siguen buscando y que si tengo un buen inicio en Defensor, desde allá van a seguir queriéndome”, valoró.

Reconoce que la decisión entre defender a Uruguay o a México cuando sea mayor es algo que se le cruza todas las noches por la cabeza antes de acostarse, y que se siente “un poco mexicano y un poco uruguayo”. “Cuando voy allá, siento dentro mío que soy parte. Y cuando estoy acá con mi familia y mis amigos, que en su mayoría son uruguayos, me siento parte de Uruguay”, sostuvo.

Pese a que ya vistió la camiseta del combinado azteca, está a tiempo de cambiarla por la Celeste mientras no juegue un partido de la selección mayor. No obstante, aclara que desde la Asociación Uruguaya de Fútbol nadie lo llamó. “Me gustaría jugar para Uruguay y después de haber estado en las dos selecciones, tomar una decisión. Pero nadie se ha comunicado conmigo”, puntualizó.

“Veo que en redes sociales me critican demasiado. Leo mucho el ‘vendepatria’ o ‘¿cómo vas a hacer eso si tu padre hizo historia con Uruguay?’ Pero yo hoy estoy muy contento en México y feliz de representarlo. Uno intenta evitar esos comentarios pero los lee. Me dan palo sin saber que desde Uruguay nunca me llamaron. Prefieren que le diga que no a una selección para esperar a la de Uruguay”, concluyó.

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