Damián Suárez llegó a un acuerdo para rescindir su contrato con el Getafe este fin de semana, cinco meses antes que de expirara el vínculo. El futbolista y el club no llegaron a un acuerdo para renovarlo y apareció una oferta del Botafogo, por dos temporadas, que le movió el piso.

La institución no le puso trabas a la hora de salir y, de común acuerdo, separaron sus caminos después de ocho años y medio. Así lo explicó este lunes, en la rueda de prensa de despedida, el presidente ejecutivo del Getafe, Ángel Torres, quien también se permitió bromear.

“Nadie le regaló nada aquí. Vino por la puerta grande y se va por la puerta grande. Hay que agradecerle el comportamiento que ha tenido siempre. El tocahuevos, como dicen los árbitros. Le quiero mucho y lo sabe. Sabe que esta es su casa”, dijo el mismo directivo.

En la última conferencia del lateral uruguayo de 35 años estuvieron presentes sus compañeros, y no pudo evitar emocionarse. Nombró y agradeció a todo el personal del club, así como también a los hinchas, y dio las razones por las que se marcha a Brasil.

“Las etapas y los momentos se terminan para todos. Es verdad que mi primera idea era quedarme mucho tiempo, pero lo hablamos con el presidente, le comenté lo que tenía y me abrió las puertas del club. Fue una decisión tomada en familia y es la mejor para todos”, dijo.

“Estoy que no me lo puedo creer. Que después de tanto tiempo se dé todo tan rápido. Pero son decisiones que hay que tomar por el bien de todos”, señaló, más allá de reconocer que “es un día triste” por su partida.