Los primeros minutos tuvieron a Danubio con la clara iniciativa. Tanto que ya a los 10 segundos una intervención de Barreto que tiró cruzado ingresando por derecha alertó a la última zona cerrense.
Antes de los 10', Leandro Sosa también inquietó con un remate al arco que Sebastián Fuentes desvió muy bien al córner.
Era más el elenco danubiano, con subida de los laterales y movilidad de los delanteros. Cerro buscaba en forma vertical, tratando de ubicar a Boghossian y Silveira, este último tuvo la única para la visita pateando por arriba del horizontal.
Producto de la mayor tenencia, Danubio siguió siendo algo más y el peligró aumentó sobre la valla de Fuentes. Primero fue un disparo de Gonzalo Barreto al palo, que luego en el rebote Olivera no pudo concretar en gol y Lucas Hernández la sacó de forma milagrosa.
El nueve danubiano tuvo su revancha a los 30' y tras notable maniobra de Barreto por izquierda sentenció de cabeza desde el corazón del área para el 1-0.
Diferencia mínima para un partido chato en líneas generales pero donde el equipo de Castelli hizo merecimientos para el triunfo parcial.
Cerro salió más decidió al segundo tiempo y fue superior en los primeros 15', teniendo en Abisaab al jugador que le faltaba para conectar la media cancha con los puntas.
Silveira a los 5' casi llega al empate y luego el propio Abisaab a los 10' exigió al máximo a Torgnascioli, la pelota quedó cerca de la línea de gol y Zarffino despejó el peligro.
Paso el momento del villero y Danubio comenzó a explotar espacios y la velocidad de sus hombres en ataque. Todo en base al gran partido que tuvo Carlos Grosmuller, trayendo desde el banco el talento necesario para distribuir el juego.
A los 63' vino el segundo Danubiano, otra vez con un gran golpe de cabeza en el área tras pase medido de Gastón Fáber.
Luego el goleador anotó mediante tiro penal, en el minuto 75, liquidando las acciones en Jardínes.
Cerro descontó a través de un remate de Felipe Klein cuando faltaban diez minutos, pero nada afectó una merecida victoria del local, que no brilló ni mucho menos, pero tuvo en el peso de sus individualidades el merito para desnivelar.
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