Liverpool no se dejó sorprender por su rival, y dominó al Crystal Palace desde el arranque. Daniel Sturridge generó la primera ocasión de gol, Luis Suárez tuvo las suyas, pero el que más daños causó por la banda derecha fue el defensa Glen Johnson.

Éste, el más activo de todos desde el arranque, perdió de cabeza el gol al apurarse para definir tirando por encima del travesaño, algo que anteriormente le había pasado a Sakho tras un córner que el árbitro sancionó cuando pedían penal. Pero el tanto finalmente llegó por lo alto: lo hizo Joe Allen, tras un tiro de esquina que lo encontró muy solo y sin marca.

Suárez no estuvo tan lúcido en el arranque de un primer tiempo en el que el Liverpool fue bajando su intensidad tras el gol, aunque a medida que corrieron los minutos se fue soltando. Dos veces cortaron sus jugadas por posición adelantada, luego estuvo a punto de convertir con un tiro libre que pasó muy cerca, y quizás la que mejor le había quedado la resolvió mal, definiendo de primera y sacando el balón fuera de la cancha.

En Crystal Palace, Jason Puncheon fue el jugador más activo de mitad de cancha hacia adelante, conectando buenos balones con sus compañeros pero sin poder resolver con éxito. El guardameta Mignolet fue el que desarticuló la mejor acción.

Las emociones fuertes llegaron para el complemento. Daniel Sturridge recibió por el lado derecho del área, se dio media vuelta y sacó un tiro que desvió apenas en una pierna de la defensa local y se metió en el arco de Speroni para transformarse en el 2-0 a favor de Liverpool, que poco después estaba goleando.

Porque ya había hecho suficientes méritos (al arranque del segundo tiempo había reclamado penal al caer en el área), Luis Suárez fue el autor del tercero. El salteño le robó la pelota a Joel Ward, hizo la pared con el propio Sturridge y definió sin problemas.

Pero eso no era nada para lo que tenía reservado el final del encuentro. Delaney descontó para el Crystal a los 79 minutos, Dwight Gayle (había entrado por Puncheon a los 65') achicó diferencias a los 81', y a dos para el final del tiempo reglamentario lo empató. Todos tuvieron que ver con errores defensivos, que no podía creer el entrenador Brendan Rodgers.

Liverpool tuvo una chance de empatar en los adicionales, pero no lo logró y el empate le costó el llanto a Luis Suárez, que fue consolado por sus rivales porque sintió que se le fue el sueño del campeonato. Es que el rojo quedó ahora a un punto del City, que si este miércoles le gana el partido pendiente a Aston Villa lo superará con dos unidades y será el único puntero.

El llanto del uruguayo no pudo ser calmado ni siquiera por las buenas noticias que se desprendieron de su rendimiento personal. Es que Suárez igualó el record de máximas anotaciones en una temporada de 38 partidos de la Premier League, con sus 31 anotaciones, que le pertenecía a Cristiano Ronaldo (defendiendo a Manchester United en 2007/2008), a quien alcanzó en la lucha por la Bota de Oro europea.

Además, llevó a Liverpool a apuntarse la máxima cantidad de goles como equipo hecha en una sola temporada de Premier League fuera de casa: ahora 49, sobre los 47 que había anotado el Manchester United en 2001/2002.

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