Hoy se cumplen 25 años del asesinato de Andrés Escobar, futbolista colombiano que recibió seis disparos en la cabeza a la salida de un restaurante en Medellín. ¿El motivo? El autogol que 10 días antes anotó ante Estados Unidos en la Copa del Mundo y que le significó al combinado cafetero la eliminación en fase de grupos.
El entonces zaguero de 27 años estaba a punto de pasar del Atlético Nacional de Medellín al Milan, pero Humberto Muñoz Castro le quitó la vida. Se trataba del chófer de los hermanos narcotraficantes Pedro y Santiago Gallón Henao, quienes a causa del famoso autogol habrían sufrido pérdidas en las apuestas deportivas.
Después de muchas idas y vueltas en el caso, el autor material confesó pero nunca quedó claro si realmente fue el responsable intelectual. El asesino recibió una condena de 43 años de prisión pero apenas cumplió 12, mientras que los Gallón Henao estuvieron apenas unos meses presos por encubrimiento.
A un cuarto de siglo de aquella tragedia, hoy el que vive un tormento es William Tesillo. El defensor del León de México, quien falló el último remate en la eliminación a manos de Chile por penales en los cuartos de final de la Copa América, recibió amenazas de muerte que divulgó su esposa a través de las redes sociales.
“Ante las amenazas que han puesto sobre nosotros sólo oramos. Hay que pensar que esto es fútbol y se puede perder o ganar”, dijo el padre del futbolista a medios locales, y agregó: “Mi hijo tiró ese quinto penal porque nadie más se atrevió a hacerlo”.
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