Copa América 2015: Expresidente del fútbol chileno dijo que perjudicó a Argentina y Brasil

Sergio Jadue, expresidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) de Chile, se encuentra en Miami a la espera de una sentencia por su participación en el FIFAgate. En noviembre de 2015 se entregó al FBI y durante muchos años estuvo bajo la figura de delación compensada, pero ya no.

Hoy, tras una serie de aplazamientos de su juicio, volvió a tener negocios en el extremo sureste de la Florida. A casi una década del escándalo de corrupción que salpicó al fútbol mundial, sabe que su sentencia definitiva podría conocerse recién en 2026.

Desde Miami, habló para el podcast Campeones, no finalistas, a pocos días de cumplirse 10 años de la primera Copa América ganada por Chile en 2015, en el estadio Nacional de Santiago. En su país se fueron publicando distintos tramos que generaron repercusión en Argentina, subcampeón de aquel certamen.

Las maniobras: desde Nicolás Leoz a los recorridos

Primero contó que en 2012 empezó a “engrupir” a sus pares del consejo de la Conmebol y al entonces presidente, el paraguayo Nicolás Leoz, para lograr que su país albergara el torneo en 2015 y no en 2019, como estaba inicialmente previsto. Impulsó el enroque de fechas con Brasil pensando que el plantel de su selección estaría demasiado veterano cuatro años después.

“A Leoz lo llamé por celular delante de los brasileños y aprovechando que don Nicolás estaba bastante senil, le dije: ‘don Nicolás: de acuerdo a lo que conversamos antes, ¿entonces en Chile la organizamos en 2015?’. Él me dijo: ‘sí, sí’. Yo nunca había hablado el tema con él”, narró. En la misma línea, asignándose méritos, habló de la organización del campeonato.

“Yo lo único que puedo asegurar es que se hizo una Copa América para ganarla. No se escatimó en detalles para hacerlo. No queríamos nuevamente hacer la típica Copa América excelentemente organizada para todo el mundo, como ejemplo, Chile… ¡No! Nosotros queríamos ganarla. 100 años de derrotas y triunfos morales se tenían que terminar”, dijo.

“A Argentina la hicimos recorrer Chile, desde La Serena, pasando por Viña del Mar, la llevamos a Concepción, y después de vuelta la trajimos a Santiago. Anduvo harto Argentina en esa copa. A Brasil lo mandamos al sur. Jugó en un invierno chileno bien duro. Luego lo hicimos jugar de noche, los otros partidos con frío”, recordó.

También se jactó de haber organizado todos los partidos de Chile en Santiago, algo habitual con los anfitriones en los distintos certámenes. “Nosotros recorrimos cinco o seis kilómetros para cada partido, desde Pinto Durán [el complejo deportivo donde entrena la selección chilena] al Estadio Nacional”, dijo.

Los árbitros

También se refirió a los árbitros y contó que bajó a quejarse de su actuación en el 3-3 ante México por la fase de grupos. “Sentí que nos perjudicaron y no iba a permitir eso, que siempre había pasado en la historia. Menos organizando nosotros”, dijo, y se jactó de haber logrado que el juez de aquel partido, el peruano Víctor Carrillo, no volvió a dirigir en aquella Copa América.

Consideró que con aquel logro “el mensaje que se dejó fue claro”. De hecho, el brasileño Sandro Ricci, que fue quien expulsó a Edinson Cavani en el partido de cuartos de final que Chile le ganó a Uruguay 1-0 tras reaccionar por el recordado episodio del dedo de Gonzalo Jara, volvió a pitar seis días después en la semifinal que Argentina le ganó a Paraguay.

Contó que hablaba de los árbitros que eran de su preferencia con el entonces entrenador de La Roja, Jorge Sampaoli, y valoró que “siempre existió buena comunicación con el cuerpo arbitral”, con el que antes de los partidos de Chile organizaba almuerzos en un restorán “con 50 personas” para “ver necesidades y si faltaban entradas de cortesía”. “Ese tipo de cosas. Los invitábamos a un restorán de Santiago para comer, disfrutar, conversar. Estuve muy cercano al cuerpo arbitral durante el desarrollo de la Copa”, destacó.