El partido comenzó con Atenas tratando de ser protagonista, sabiendo que necesitaba los puntos imperiosamente ya que se coloca en la última posición en la lucha por la permanencia, ante un rival que trató de ser práctico y eficiente en cancha.

Pero las acciones era tediosas, cortadas y el fútbol brilló por su ausencia en ese primer tiempo, donde los delanteros no desnivelaron y fueron poco y mal asistidos.

La primera intentona fue de la visita cuando Matías Rigoleto sacó un potente remate que logró tapar Sebastian D'Angelo.

Los de Ortíz también tuvieron la suya, aprovechando un error de la defensa rival que quedó en los pies de Santiago Barboza, pero su débil disparo lo controló Odriozola.

La expulsión de Gonzalo Rizzo sobre el cierre del primer tiempo, dejo a los picapiedras con 45' cuesta arriba, ante un rival que con superioridad de hombres en cancha, trataría de buscar el gol que quebrara la paridad.

Los goles

El complemento comenzó con novedades y fueron felices para el local que rápidamente quebró la paridad y consiguió el ansiado tanto de la ventaja.

A los 49' un corner corto sorprendió a la defensa de los de Antúnez y tras un rebote, Lucas Rodríguez con un tiro frontal infló las redes e hizo delirar a los hinchas presentes en la tribuna. 

Pero si este tanto fue mucho castigo para un Rampla que mostró poco y nada en cancha, Jordan Mosquera apareció en el área a los 60' para volver a vencer a Odriozola y marcar el 2-0 parcial.

Pero Rampla no se rindió y trató con ganas de descontar, empujando, cosa que logró a los 79', tras una mano en el área que le dio un penal a la visita, que no desperdició Gastón Díaz para el 1-2.

Pero la sorpresa llegó a minutos del final, cuando una buena corrida del delantero picapiedra, obligó al golero D'Angelo a bajarlo, otorgando Ostojich otra vez la pena máxima que ahora Adrián Leites a los 90' no falló y puso el 2-2 con que se fue el juego.

Un empate con sabor a triunfo para Rampla, que no jugó bien, pero tuvo el premio a nunca darse por vencido y sumar un punto que lo aleja de los puestos del descenso ante un rival directo.