El partido mostró a dos equipos muy necesitados por los tres puntos, lo que llevó a tener una primera media hora de acción de excesiva marca en zona de volantes, cortada y con pierna fuerte para no dejar abierta la chance ofensiva a nadie.

Alguna corrida de Rodrigo Piñeiro, o destelló de Juan Albín en la mitad de la cancha ilusionaba al local con abrir el cerrojo visitante, que cuando llegó fue mucho más profundo.

Después de perderse una clara minutos antes, los de Las Piedras quebraron la lógica dle trámite y abrieron el marcador a los 30'. Un remate de Joaquín Zeballos fue contenido a medias por Kevin Larrea, lo aprovechó en el rebote Juan De Dios Pintado, que acompañó la jugada con la protesta de los rojiverdes por un supuesto fuera de juego y definió con tranquilidad para el 1-0 parcial.

Eso hizo que el juego cobrara emotividad e incluso se fuera haciendo mucho más combativo, ante los nervos de los locales por el resultado adverso, lo que obligó a Cunha a utilizar las amarillas para controlar los ánimos.

Sobre el cierre algún intento de Saavedra y Gaspari arrimaron en algo a Rampla sobre el arco rival que se fue arriba 1-0 al descanso.

Emociones

El complemento los de Espinel salieron con más ganas que ideas a buscar la igualdad, ante un rival que se defendió y controló esperando la contra que le diera tranquilidad.

Poco pasó hasta los 70' cuando se desató una catarata de goles propia de dos equipos necesitados por quedarse con los puntos en su aspiración de mantener la categoría.

Un tremendo disparo de José Aliberti adelantó a los de Las Piedras algo que pareció encaminar el cotejo, pero al minuto respondió Rodrigo Piñeiro protagonizó una buena acción que terminó en el fondo de las redes para el 2-1 parcial.

Pero las emociones no pararon allí, ya que tras mover de la mitad de la cancha, los dirigidos por Tiscornia llegaron al tercero aprovechando su goleador, Joaquín Zeballos la chance que le quedó para festejar.

El 3-1 en favor de los visitantes le dio aire para cerrar el cotejo que en esos minutos se transformó en un ida y vuelta interesante, sumado a la fricción que generó la importancia que tenía para ambos.

El pitazo de Andrés Cunha selló la victoria de Juventud de las Piedras que sumó tres puntos clave que lo invitan a soñar por seguir peleando por la permanencia. Rampla Juniors en cambio cada vez está más hundido y los jugadores dejaron la cancha bajo los insultos de sus hinchas.