Juventud tenía la obligación de ganar, por jugar en su terreno y por tener que, necesariamente, sumar puntos para salir del fondo de la tabla. Y no defraudó con un gran planteamiento dejó en claro que no quiere descender y que dará pelea, incluso a los equipos que, a priori, son superiores.
Fue por eso que el entrenador Jorge Giordano mandó un equipo netamente ofensivo, liderado por el ex delantero de Peñarol Cristian Palacios.
Fue justamente el ex jugador carbonero que, en la primera jugada de ataque del partido, encaró y ante la salida de Martín Campaña definió de una forma excepcional: cruzada y por abajo: imposible para el arquero violeta.
El muy buen planteo táctico de los pedrenses trajo como consecuencia el segundo tanto de los locales; siempre en busca del error del rival, fue Palacios quien lo consiguió y fue su tocayo Cristian Latorre quien colocó la pelota dentro de la red por segunda vez en el partido.
Fue a los 20'cuando Defensor llegó por primera vez al área de Juventud, pero su intento no significó un peligro para el arco defendido por el experimentado arquero Fabián Carini, quien cumplió un buen desarrollo.
El resultado del primero tiempo dejó en claro la diferencia de juego entre ambos equipos. Defensor no pudo llegar nunca con claridad, y en la mitad de la cancha fue abrumado por Juventud, que ganó todas las pelotas divididas en el centro del terreno. Y fue eso lo que lo llevo, sumado la velocidad, a los dos tantos que en la primera mitad le dio la victoria.
En los primeros instantes de la segunda mitad, Defensor se mostró aun más nervioso y Juventud lo aprovechó y anotó el tercer tanto, en lo que fue el punto final de un partido que los locales dominaron de punta a punta, y en donde el resultado no fue ni mucho menos abultado.
Lo que aconteció después fue sólo para alegrar mucho más a los hinchas de Juventud que festejaron a la sombra del Obelisco. Palacios, la figura del partido, anotó con otro golazo el cuarto tanto de los canarios, para el delirio de los aficionados.
Latorre se dio el gusto de marcar el quinto gol con un verdadero golazo de tiro libre a los 25 de la segunda mitad. Por si fuera poco, el Facha Carini se mostró bien seguro cuando los dirigidos por Larriera llegaban tímidamente.
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