“Corresponde felicitar a mi amigo Jorge Barrera, a quien escuché muy emocionado cuando me retiraba de la cancha. Corresponde saludarlo porque sufrió mucho, sobre todo durante la última etapa de su mandato”, fueron las primeras palabras de Alejandro Balbi, presidente de Nacional, en diálogo con Sport 890 tras perder 3-2 en su visita a Peñarol.
“La molestia es muy grande. Estamos muy tranquilos, pero cuando te sacan casi del bolsillo como nos sacaron hoy, te molesta y mucho. Una vez más el arbitraje de este señor fue impresentable”, sostuvo en referencia a Pablo Giménez, el mismo juez que pitó en el polémico triunfo de Defensor Sporting por 2-1 sobre Nacional en el Franzini en el Clausura 2019.
“La Comisión de Árbitros debería poner las barbas en remojo y de una vez por todas empezar a formar árbitros como la gente. Si estos árbitros van a dirigir partidos importantes, como siempre lo son los clásicos, poco futuro transparente le veo a este tipo de torneos”, disparó.
En materia de clásicos venimos cascoteados porque en el Clausura del año pasado no se cobró aquel famoso penal de Trindade a Pablo García, y hoy hubo un penal claro y otro dudoso que debían sancionarse a favor de Nacional. Todos los jugadores de Nacional reclamaron al unísono las dos jugadas y estaban al lado. La posición del árbitro era inmejorable”, comentó.
“Jugamos mucho mejor en el segundo tiempo y merecimos ganar. En el segundo tiempo Peñarol no llegó salvo esa de Terans y Nahuelpán que no definieron bien, y ese último penal que no vi tan claro. Después hubo adelantamiento de Nahuelpán en el gol como frutillita del postre. No sé qué estaba mirando Giménez. Responsabilidad del línea no es porque estaba en la línea del arquero”, señaló.
“Esto ameritará algún tipo de movimiento político a través de la AUF y la Comisión de Árbitros como corresponde”, adelantó Balbi, quien dijo que Nacional no impugnó la designación de Giménez antes del clásico porque es “consciente de las dificultades que hay por la cantidad de árbitros en el exterior”. “no hay muchos jueces y no teníamos por qué andar dudando de la honorabilidad de nadie, pero es muy raro que se equivoque tan groseramente”, dijo.
“No hablo de mala intención porque lo creo una buena persona, pero me llama la atención que se equivoque siempre para el mismo lado. Me parece una falta de respeto a los jugadores, entrenadores y a la gente en general. Lo que pasó en el final lo generó un arbitraje deficitario. No fue un partido de pierna alta. El fiel reflejo del arbitraje es cómo terminaron los jugadores”, concluyó Balbi.