Ciganda: el arquero uruguayo del Auckland City que le empató a Boca y repartirá el premio

Sebastián Ciganda vivió la experiencia de jugar un Mundial de Clubes, más allá de no haber tenido minutos. El arquero uruguayo que lleva varios años en Nueva Zelanda, como contó a FútbolUy, reforzó al Auckland City e integró el plantel que este martes fue noticia por haberle empatado 1-1 a Boca Juniors, luego de ser goleado en sus dos primeros juegos.

“Estoy súper contento por este empate que nos llevamos contra Boca. Después de los dos partidos contra los europeos, se habló mucho. Somos un equipo amateur y dio mucho que hablar eso”, contó al programa Doble amarilla de Dsports Radio, en referencia al 10-0 sufrido ante Bayern Múnich, al que siguió un 6-0 a manos del Benfica.

“Nos daban por goleados” y “tuvimos un poco de suerte”

“Todos nos daban por goleados otra vez. Por lo que vi, muchos estaban confiados de que Boca nos iba a meter seis. Lo lindo del fútbol es que somos 11 contra 11 y los partidos hay que jugarlos”, señaló el guardameta nacido hace 31 años en José Enrique Rodó.

“Salimos a defendernos con nuestras armas y estamos felices de la vida por haberle empatado a un grande del mundo. Empatarle a Boca es algo que no se te da todos los días. Es hermoso este momento que nos regala el fútbol”, valoró.

“Tuvimos un poco de suerte en el primer tiempo. Nos pegaron dos pelotas en los palos y el arquero atajó muy bien. Boca fue el que más propuso y mereció, pero esto es fútbol. El tiempo no pasaba más y sufrimos mucho en el banco”, dijo Ciganda, quien cree que su rival “bajó la intensidad” tras el parate por la tormenta, más allá de que “nunca dejó de intentar”.

Un millón de dólares como premio

Mientras esperaban por la reanudación del partido, se enteraron del triunfo de Benfica ante Bayern Múnich, lo que dejó sin chances al cuadro xeneize. “Siento que Boca bajó un poco las revoluciones, pero es grande y siempre quiere ganar. Y también había un premio monetario, que supongo se querían llevar”, añadió.

Sobre el reparto de ese dinero que paga la FIFA por mérito deportivo, que es un millón de dólares por haber logrado un empate, no sabe demasiado. “No tengo ni idea. Ahora vamos a averiguar y veremos qué onda. Supuestamente entre el staff y los jugadores, pero no sé. Ahora queda en segundo plano. Cuando lleguemos a Nueva Zelanda nos enteraremos, pero ahora vamos a disfrutar la noche en Nashville y a festejar el puntito”, dijo.

Ciganda, al igual que sus compañeros, no vive del fútbol, más allá de percibir un viático que dista mucho de los sueldos que se pagan en ligas 100% profesionales. “En Nueva Zelanda he hecho varios trabajos. El último que tuve antes de venir [al Mundial de Clubes] fue limpieza y mantenimiento de piletas y jacuzzis. Pedí vacaciones para venirme y cuando vuelva tendré que hablar con mi jefe”, concluyó.