Despejó las dudas de dos malos resultados seguidos el Real Madrid con un contundente 5-1 ante Celtic en la última fecha del grupo F de la Champions League. El Merengue contó con la presencia de Federico Valverde desde el inicio, quien asistió y marcó.

La primera ocasión del partido fue un penal a los 6 minutos, el cual cambió por gol el croata Luka Modric. Al Real Madrid le iba bien el plan de partido que le presentó el Celtic. Atraer al conjunto escocés y castigarlo al contragolpe.

Minutos más tarde, el propio volante se inventó una genialidad al espacio y Marco Asensio le puso el gol en bandeja pero falló, mientras que Rodrygo le regaló un pase de la muerte que mandó a la tribuna del Bernabéu.

Celtic se topó con uno de esos días en los que Thibaut Courtois parece imbatible. Un partido que necesitaba el belga. A las llegadas del equipo escocés le faltaron precisión, cuando perdonó Furuhashi y Hatate, y le sobraron el acierto del arquero madridista.

Ya ganaba 2-0 por la segunda mano que no desaprovechó Rodrygo para marcar de pena, cuando llegó la exhibición de Courtois recuperando un nivel que hasta el momento no había mostrado este curso. Tres atajadas previas a su gran intervención en un penal innecesario de Ferland Mendy, desbordado por David Abada en velocidad, yendo al suelo y arrasando con todo pese a que tocase el balón. La ejecución con potencia de Juranovic la adivinó el belga para salir ganador.

El buen partido de Marco Asensio en su segunda titularidad del curso, encontró el premio del gol tras el pase atrás de Daniel Carvajal. Y la cuenta pendiente de Vinícius en el partido la saldó repitiendo la misma acción del Girona, con el pase tenso de Federico Valverde desde el costado derecho.

Con el primer puesto asegurado y las dudas despejadas, aprovechó Carlo Ancelotti para dar rodaje a Karim Benzema con el objetivo de recuperar sensaciones, y minutos a los menos habituales. Mientras Courtois seguía a su partido, sacando el latigazo de Giakoumakis antes de que Valverde sumase un nuevo tanto. Desde el borde del área, con la potencia de un disparo que explota el uruguayo más que nunca, firmó el quinto.