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El casi imbatible Barcelona dejó por el camino sus primeros puntos de la presente edición de la Champions League, perdiendo su segundo partido oficial desde que lo dirige Tito Vilanova. Después del encuentro de vuelta de la Supercopa de España, cuando cayó 2-1 con el Real Madrid en el Bernabéu el 29 de agosto, no había vuelto a perder.
El Celtic ya le había dado un susto en el Camp Nou, ya que empezó ganándole y lo obligó a esforzarse hasta el final. En aquella oportunidad, hace un par de semanas, un gol en la hora de Jordi Alba les había dado a los catalanes los tres puntos. Esta vez, no hubo salvación.
A los 21’, un tiro de esquina ejecutado por Mulgrew desde la izquierda del ataque encontró por el segundo palo a Wanyama ganándole en el salto a Jordi Alba y conectado de cabeza a la red para transformarse en el primer futbolista keniata en convertir un gol en la historia del torneo.
Antes y después de ese tanto, el partido fue un monólogo. El Barcelona, fiel a su costumbre, dominó campo y pelota. La tuvo siempre, superando el 70% de la tenencia de la misma, pero de poco le sirvió. El local, con dos líneas de cuatro bien firmes y muy cerca de su área, cuidó la ventaja y se mostró muy sólido, redoblando esfuerzos y ocupando espacios.
En el primer tiempo hubo un zurdazo de Messi en el travesaño y un cabezazo de Alexis Sánchez en el vertical, y en el segundo buenas atajadas del arquero Forster, quien tuvo la mejor tapándole otro disparo a Messi. El argentino pudo anotar el primer gol desde que es padre recién en el minuto 91’, cuando ya el Barcelona perdía 2-0.
Antes, a los 83’, llegó el segundo a raíz de un saque de su arquero que encontró mal parada a la defensa visitante. La línea de fondo calculó mal el pique y Watt se fue solo, cara a cara con Victor Valdés, para poner el 2-0 que liquidó el pleito y dejó al Celtic segundo en el grupo con siete puntos, dos menos que el blaugrana.
Por el mismo grupo, al que no le sirvió el batacazo escocés fue al Benfica de Maximiliano Pereira, quien fue titular y salió reemplazado a los 82’ en el 2-0 sobre Spartak de Moscú con un doblete de Óscar Cardozo. El paraguayo entró tras el entretiempo, marcó a los 55’ y 69’, y luego desperdició un penal a los 77’. Así, los lusitanos quedaron terceros con cuatro puntos, tres menos que el Celtic (su último rival en Portugal) y uno más que el Spartak. En la próxima, visitarán al Barcelona el 20/11.
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