El argentino Diego Simeone siempre es muy efusivo a la hora de vivir los partidos y ante Juventus en el Wanda Metropolitano no fue la excepción.

Con el correr de los minutos y el gol que no llegaba, fue ganando en nerviosismo, al igual que los hinchas que querían la victoria en casa como sea.

Y la apertura del tanteador a los 78' por parte de José María Giménez hizo que el entrenador descargara toda la tensión acumulada y su festejo alocado terminó agarrandose los genitales y mirando desafiante a la tribuna.

"Lo único que hice fue mostrar que este equipo tiene muchos huevos", dijo más tarde en zona mixta y agregó: "ya hice ese festejo antes como jugador y ahora como entrenador".

Esto podía ser sujeto de revisión y posterior sanción de la UEFA lo que llevaría a que Simeone no esté en la revancha en Turín.