Benfica dio el gran batacazo de los octavos de final de la UEFA Champions League al vencer al Ajax 1-0 en Ámsterdam, donde los neerlandeses habían ganado sus tres partidos de la fase de grupos. De hecho, fueron uno de los tres equipos con puntaje perfecto en esa instancia, junto al Bayern Múnich y el Liverpool.

El 2-2 en la ida dejó sabor a poco para el cuadro portugués, que no pudo hacer pesar la localía y se vio obligado a cuidar el cero en su arco en Países Bajos. A eso se dedicó desde el primer minuto apelando a todo tipo de artimañas. Le sacó ritmo al partido, se metió en su área y no hubo jugador que no se tirara al piso a hacer tiempo.

El Ajax tenía más la pelota y llegaba por los costados, pero en general terminaba las jugadas en centros que eran despejados por la defensa que lideró el argentino Otamendi. Estaba al caer el tanto del laureado equipo neerlandés, pero a los 77’ se silenció el estadio.

Luego de una falta sobre un costado de Edson Álvarez que fabricó Gonçalo Ramos, Alex Grimaldo ejecutó un tiro libre en forma de centro y Darwin Núñez se hizo gigante. El uruguayo zafó de la marca de Timber y aprovechó la mala salida del arquero Onana para conectar el cabezazo de la clasificación.

Cuatro minutos más tarde salió sentido en uno de los aductores el ariete artiguense, luego de hacer un gran desgaste sin pelota y de prácticamente no tener oportunidades. De hecho, su remate fue el único que efectuó el elenco de Nelson Veríssimo en todo el partido.

Después de seis años el Benfica se metió entre los ocho mejores de Europa tras dejar por el camino al Barcelona en la fase de grupos y al Ajax en los octavos de final.