Interesante desde el principio el partido propuesto por los finalistas menos esperados, el lujo no ha aparecido en el majestuoso estadio alemán, completamente colmado en su capacidad. Se midieron desde el inicio y recién hacia la mitad de la primera parte comenzaron a desplegar ambos su propuesta de juego, generando pocas chances de gol, más bien una clara para cada lado.

Bayern Munich manejó mejor el trámite hasta los 25 minutos, y después fue Chelsea el que se animó a soltar un poco más a sus delanteros, fundamentalmente a Kalou.

La primera clara la tuvo el club alemán, experimentado en la historia de la Champions League. Fue Arjen Robben el que sacó un remate que logró desviar el arquero, pero el dueño de casa mantuvo la pelota dentro del campo de juego y fue la defensa la que logró sacar la pelota de la cancha.

Diez después, la tuvo Chelsea, pero también la malogró. Didier Drogba hizo un gran pase de taco que posteriormente le quedó a Kalou, que le pegó muy de abajo a la bola y perdió así una buena chance de convertir.

Después, los nervios se adueñaron de ambos ataques, y las definiciones no llegaron.

El segundo tiempo inclinó la balanza a favor de Bayern Munich, que fue muy superior y mereció llevarse la victoria en tiempo reglamentario, ante un rival que no fue el de la temporada desde que lo conduce Roberto Di Matteo. Las estadísticas indican que los alemanes concretaron 17 tiros de esquina contra uno de los ingleses.

Franck Ribéry mojó a los 53' pero su gol fue invalidado correctamente, porque se encontraba en posición adelantada cuando empujó al arco una bola que rebotó en el arquero tras una ejecución de Robben.

El club teutón mantuvo a su rival contra las cuerdas durante los 45 minutos complementarios de la primera parte y se metió la final en el bolsillo cuando a los 82' Thomas Müller rompió el cero de cabeza, a pesar del esfuerzo de Cech por evitar la conversión que definía el cotejo.

Sin embargo, Chelsea, que no había hecho méritos, encontró el empate a los 88', también de cabeza a través de Didier Drogba. Manuel Neuer estiró sus dedos y rozó el balón pero no logró sacarlo del arco.

Así, llegó el alargue, que temprano tuvo un penal favorable a Bayern Munich, que hubiera significado el 2-1. Drogba hizo la falta sobre Ribéry pero Robben remató y Cech controló contra el palo derecho.Munich insistió en este tiempo extra pero tampoco concretaron las llegadas sus delanteros, fundamentalmente Mario Gómez, que desperdició un par de ocasiones.

Finalmente, Chelsea aprovechó el azar y conquistó así su primera Champions League en la historia, al vencer en la tanda de penales por 4-3. Para los azules convirtieron David Luiz, Lampard, Cole y Drogba, fallando el primero Mata. Para los rojos, convirtieron Lahm, Gomez y Neuer, fallando Olic y Schweinsteiger.

No fue justo el resultado final, porque Bayern mereció la victoria durante todo el partido. Sin embargo, no gana el que mejor juega sino el que más anota, y el club inglés hizo historia. 

Bayern Munich: Manuel Neuer, Jerome Boateng, Anatoliy Thmoschuk, Diego Contento, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Toni Kross, Franck Ribéry (97' Ivica Olic), Arjen Robben, Mario Gómez, Thomas Müller (87' Daniel van Buyten.

Chelsea: Peter Cech, David Luiz, Gary Cahill, Ashley Cole, José Bosingwa, Frank Lampard, John Mikel Obi, Ryan Bertrand (73' Florent Malouda), Salomon Kalou (84' Fernando Torres), Didier Drogba, Juan Mata.

Goles: 82' Thomas Müller (BM), 88' Didier Drogba (C).