Argentina derrotó a Croacia 3-0 en el estadio Lusail de Doha, escenario en el que se disputó la primera semifinal de Catar 2022 y donde volverá a jugar el próximo domingo sobre el mediodía uruguayo buscando su tercera Copa del Mundo. Tras una media hora de juego chata, el elenco de Lionel Scaloni ganó con autoridad.

El partido arrancó con los dos equipos midiéndose y ninguno pudiendo asumir la iniciativa. Los europeos intentaron tener más la pelota que en encuentros anteriores y los sudamericanos cubrieron bien el ancho de la cancha con un 4-4-2, en otro acierto del entrenador Lionel Scaloni como en duelos anteriores.

Hasta el minuto 25, en el que Enzo Fernández remató desde afuera del área y Dominik Livakovic despejó sin mayores dificultades, no pasaba nada cerca de los arcos. Del otro lado le faltó profundidad al conjunto de Zlatko Dalic, que no pudo inquietar a Emiliano Martínez en toda la primera mitad.

A los 32’ se destrabó el juego con polémica. Enzo Fernández puso de cara al gol a Julián Álvarez, quien definió débil y en el impulso chocó con Livakovic. El árbitro italiano Daniele Orsato pitó penal, desde el VAR no lo llamaron y Lionel Messi lo aprovechó. El 10, hasta entonces desaparecido, la colgó del ángulo a los 34’.

Por si fuera poco, cinco minutos después cayó el 2-0 a partir de un córner a favor de Croacia que terminó en contragolpe letal. Julián Álvarez condujo desde su campo, se llevó la pelota pese a un par de rebotes que lo favorecieron y una pifia fallida, y definió con el empeine del botín derecho.

Croacia acusó el impacto de ese segundo tanto y estaba grogui. Argentina acarició el 3-0 en una pelota quieta a los 42’, cuando ganó de arriba Alexis Mac Allister, pero el arquero Livakovic volvió a salvar a los suyos, que por primera vez en todo el certamen se encontraban con una desventaja de dos.

Dalic movió fichas para el complemento, mandó a Ivan Perisic a jugar de lateral izquierdo y plantó a su equipo en campo adversario ante un oponente que cedió la iniciativa y se agazapó para salir de contragolpe. De hecho, la primera situación clara del segundo tiempo fue un mano a mano que Livakovic le tapó a Messi tras pared con Enzo Fernández a los 58’.

Con algún centro intentó llevar peligro sobre el área argentina el combinado croata, pero a los 69’ se liquidó el pleito. Messi dejó en ridículo al joven Joko Gvardiol escapando por la línea de fondo y tocó atrás para que Julián Álvarez facturara con un derechazo corto que fue su cuarto gol del Mundial.

Tras ese gol se bajó la cortina. Argentina dosificó energías y Croacia tiró la toalla. Sin reacción futbolística, física ni anímica, el último subcampeón del mundo sustituyó a Luka Modric para la ovación y siguió tirando centros para descontar, pero sin éxito.

La Scaloneta, que cerró con cinco defensores y la presencia de Paulo Dybala, Juan Foyth y Ángel Correa debutando en esta Copa del Mundo (eran los tres jugadores de campo que todavía no habían tenido minutos), abrochó el triunfo sin zozobras y ya piensa en la final del domingo a las 12 ante Francia o Marruecos.