Contenido creado por José Luis Calvete
Fútbol uruguayo
Lejos de lo esperado

Carlos Sánchez y su “desilusionante” año en Peñarol: “Me iba triste porque no podía jugar”

“Con los defensores altos que teníamos no podíamos concretar una pelota quieta. Eso es llamativo en un equipo grande”, lamentó el Pato.

11.01.2024 11:35

Lectura: 5'

2024-01-11T11:35:00-03:00
Compartir en

FútbolUy. Seguinos en Twitter @futbolportaluy

Carlos Sánchez quedó libre de Peñarol y todavía no sabe si seguirá jugando. Las ganas las tiene, según contó al programa Minuto 1 de radio Carve Deportiva, pero no ha recibido propuestas. “Nadie se ha comunicado conmigo. Sí sondeos que he escuchado, pero personalmente no he tenido contacto con ningún club. No sé si Nelson Ferro [su representante] tendrá. En estos días hablaré con él para ver si hay posibilidades de seguir jugando. Por ahora estoy tranquilo y preparándome”, contó.

“Si a esta edad quedo parado seis meses o un año, es difícil. Quiero seguir jugando y voy a seguir activo hasta que me dé. Sé las posibilidades que tengo y veré si se me dan las condiciones para seguir”, explicó el Pato, quien al definir su temporada 2023 en filas de Peñarol utilizó la palabra “desilusionante”.

“Fue una temporada que arrancamos muy bien y agradezco a Peñarol, que me cumplió un sueño de chico. A veces uno se pone objetivos que le gusta ir cumpliéndolos. En lo colectivo y en lo grupal no fue un gran año porque no cumplimos el objetivo y nos pasó algo inédito. Nunca me había pasado de cerrar una copa sin puntos. Fue difícil digerir eso para todos y nos golpeó mucho en el Campeonato Uruguayo”, reconoció.

La lesión como un antes y un después

Sobre su participación en el equipo, lamentó que lo “utilizaron muy poco” y marcó el desgarro sufrido ante Deportivo Maldonado como un mojón. “No sé si de mi parte me dejé estar, pero creo que no. Si los técnicos no me usaron en su momento tendrán sus razones. No tengo nada de qué quejarme y me voy agradecido con el trato. Estaba muy bien antes de la lesión”, dijo, y lamentó el hecho de haberse apurado para volver pensando en jugar el clásico del Apertura.

“Si te hacés una resonancia que no te da nada y el jugador dice que se siente bien, capaz que tiene una dolencia o algo pequeño que está ahí. Eso va por el jugador. Yo me apuré para estar en un clásico y me jugó una mala pasada. Creía que estaba bien y cuando fui a la cancha y quise apretar un poquito me sentí de nuevo. Hay lesiones que son engañosas y te juegan una mala pasada. Va mucho en lo personal y en cómo te sientas”, dijo, y aseguró que tras ese parate perdió “un poco el espacio”. Cuando lo fui recuperando justo se fue Alfredo [Arias], con quien tenía más confianza y hablábamos más”, recordó.

“El cuerpo técnico nuevo ya tenía su idea y no contaba mucho conmigo. Después uno siempre la fue remando y tratando de buscar un espacio que se me daba a veces. Con Darío Rodríguez jugué bastante y había una buena relación. A lo último no se dieron los resultados con Darío y quedamos todos dolidos por su salida. Nos sentimos en deuda porque nosotros teníamos que sacar adelante lo que quedaba por jugar”, señaló Sánchez, quien agradeció “el el cariño de los hinchas en el día a día”. “Me voy dolido por no haber podido cumplir el objetivo de ganar el Campeonato Uruguayo”, admitió.

Respecto a las finales con Liverpool, dijo que “es muy difícil de explicar” lo que le pasó al equipo. “El primer partido que jugamos en el Centenario nos sentíamos bien y confiados de sacar un gran resultado como el que se dio. En Belvedere no hicimos un mal partido. Si Peñarol embocaba alguna de las situaciones de gol que tuvo, hoy estaríamos hablando de otra cosa. Peñarol fue mucho más que Liverpool en Belvedere. Después del primer gol nos enloquecimos un poco, fuimos a buscar el 1-1 y por errores propios encontraron un 2-0 que supieron manejar en el Campeón del Siglo. Tienen un equipo muy bueno, con jugadores de experiencia que saben manejar los partidos”, reflexionó.

La suplencia, lo político y las pelotas quietas

Sánchez reconoció que “fue muy difícil” sobrellevar la suplencia. “Yo soy muy competitivo y siempre quiero jugar. Sé que puedo ayudar al equipo de la forma que me precise y por eso daba notas diciendo que me sentía útil jugando. No fue lindo ver los partidos de afuera. Me iba muy triste porque no podía jugar. Uno siempre después de cada partido se ponía entrenar de la mejor manera para tener una chance. Después decidían los técnicos”, dijo Sánchez, quien fue titular en 10 de los 21 partidos que jugó en el año, y aportó cuatro goles.

Sobre la incidencia en el rendimiento de los enfrentamientos políticos en pleno año electoral, dijo que “es 50 y 50”, más allá de que “es difícil abstraerse”. “Se tambalea no solo lo político. Al jugador le llega todo lo que dicen los dirigentes, los palos que se dan y los palos que llegan a los jugadores. No digan que sea 100% culpa del área política. Obviamente te duele lo que se dice porque no están confiando en los jugadores de Peñarol, pero te tiene que entrar por un oído y salir por el otro, y tiene que aflorar la rebeldía para demostrar lo contrario”, afirmó.

Por último, lamentó algunos “detalles que había que corregir y no se han corregido”. “Con todos los defensores altos que teníamos no podíamos concretar una pelota quieta. Eso es llamativo en un equipo grande. No podés tener tantos jugadores altos en defensa y no hacer un gol de córner o de tiro libre. Eso me llamó bastante la atención. Trabajábamos pelotas quietas hasta que nos quedaban hinchados los pies, pero con buenos pateadores y cabeceadores, nunca pudimos abrir un partido de pelota quieta. Esos son detalles que hoy Peñarol tiene que corregir porque siempre fue su mística y no lo puede perder”, concluyó.

FútbolUy. Seguinos en Twitter @futbolportaluy