Campeón con Peñarol, trabajó y hoy disfruta en Costa Rica: la historia de Joaquín Aguirre

Navegando por internet, se puede llegar a la conclusión de que Costa Rica es uno de los mejores países para visitar del continente americano. Sus paisajes y cultura lo hacen un destino muy atractivo para pasar unos días, pero a algunas personas les gusta tanto que deciden quedarse mucho más, hasta el punto de establecerse a vivir allí.

Es ese el caso de Joaquín Aguirre, un futbolista uruguayo que llegó al país centroamericano en 2019 y del cual se enamoró, al punto de que estará residiendo ahí, por lo menos, hasta finales del presente año. A sus 33 años vive un muy buen momento en su carrera, con asistencia —casi— perfecta en su equipo en 2024.

Pero toda historia tiene un inicio y él se la contó a FútbolUy. Nació en Nueva Palmira, departamento de Colonia, y en 2005 se fue a Montevideo para sumarse a la séptima de Peñarol: “En julio de 2004 se hizo un torneo de selecciones y con la de mi pueblo llegamos a la final contra un seleccionado de Montevideo. Había mucho cazatalentos y fuimos varios los que pudimos ir a entrenar a Nacional, Peñarol… en mi caso fui a los dos”.

“En Nacional estuve en un par de prácticas y pensé que me había ido mal. Después me llamaron de Peñarol y fui.  Al finalizar el año mi padre me preguntó si quería seguir intentando en Peñarol o ir a Nacional, y me decidí por Peñarol, porque me había gustado más el trato”, relató.

Quien lo llevó al Carbonero fue Alfredo del Puerto y allí hizo todas las inferiores hasta debutar en Primera División en 2013. Ese año tuvo —escasos— minutos de la mano de Jorge Polilla da Silva, pero eso fue suficiente para que le entregaran la medalla y pueda decir con orgullo que fue campeón uruguayo con Peñarol.

“No tuve muchas oportunidades para jugar en el primer equipo; era muy difícil en esa época, pocos juveniles llegaban a estar sólidos en Primera”, recordó. A mediados de 2013 fue a préstamo a El Tanque Sisley y para el año siguiente volvió al Aurinegro, pero tras un mes entrenando rescindió su contrato y regresó como jugador libre al El Tanque.

Estuvo dos años allí, luego seis meses en Racing en 2016 y para 2017 tuvo su primera experiencia en el exterior, defendiendo a La Equidad de Colombia. En un año en ese país, solamente pudo jugar cuatro meses debido a una lesión en el cuádriceps por la que, incluso, tuvo que ser operado.

Foto: Prensa La Equidad

Para 2018 regresó a Uruguay y jugó en la Segunda División Profesional con Deportivo Maldonado. Tras terminar su contrato, quedó libre durante algunos meses y retornó a su pueblo, donde se entrenó solo y trabajó con su padre. Pero a mediados de 2019 todo cambiaría.

Martín Arriola, histórico entrenador uruguayo del fútbol costarricense, se contactó con Daniel Ureta, “un amigo” que Aguirre “hizo con el fútbol”. “Por intermedio de él es que tuve posibilidades de venir. Me dijo que probara para intentar levantar mi nivel después de la lesión”, expresó.

“Al principio no estaba muy convencido, pero me hablaron bien y me vine”, señaló. Se fue a jugar a Cartaginés y luego llegó la pandemia del covid-19. “Bajaron los cupos de extranjeros y el único que vencía contrato” era él, pero como “estaban los aeropuertos cerrados” por la pandemia “no podía volver” y se fue a otro equipo.

Recaló en Jicaral, un club “de un pueblito”. Allí tuvo “un buen torneo” y seis meses más tarde el entrenador se lo llevó con él a Sporting FC. “Tuve oportunidades para volver e ir a Paraguay y Honduras, pero llegó la pandemia y eso cortó todo, me quedé acá”, apuntó. Estuvo en Sporting de 2021 a 2024, cuando se marchó a Pérez Zeledón, con el que renovó hasta diciembre de 2025. “El país me gustó y acá estoy con mi familia”, mencionó.

Foto: Instagram @joaquin.a

Parecidos… hasta ahí nomás

El fútbol uruguayo “tiene algo diferente que no lo tiene otro fútbol”. Aguirre aseguró que este deporte en Uruguay “es más físico, se deja jugar un poco más”, mientras que en Costa Rica “se corta mucho, pero ahora con el VAR se deja jugar un poco más; antes de eso, un empujoncito era falta”. “En ritmo de juego no lo supera, el uruguayo es más intenso”, ahondó.

“El tico, en Centroamérica, es de los mejores, si no el mejor. Los campeonatos son los más parejos, pero los equipos grandes les llevan una gran diferencia al resto”, dijo, y aseguró que los equipos grandes de aquel país “podrían competir bien en Uruguay” porque “tienen un nivel muy parejo”.

“Si volviera ahora al uruguayo, me costaría un poco. Yo lo miro y es más físico que antes”, destacó.

Luego explicó los motivos del gran éxodo de los últimos años de futbolistas uruguayos a ligas centroamericanas: “Es un fútbol en el que se paga bien y donde no cuesta tanto adaptarse. Son oportunidades que tienen los futbolistas, porque es mentira que son todos como [Federico] Valverde, Darwin [Núñez], que tienen una carrera espectacular, hay algunos a los que les cuesta por alguna lesión o porque no aprovecharon la oportunidad. Y este fútbol te da para hacerte un ahorro y tener una carrera viviendo bien”.

“En el fútbol uruguayo el tema de los salarios… ha mejorado ahora, pero a mí me pasó de temas de impagos. Acá en Costa Rica nunca me pasó, lo que vos arreglaste, cumplen”, agregó.

Y cerró haciendo una reflexión: “Me pasó lo que me tendría que haber pasado. Tomé decisiones en algún momento de las que me arrepiento, como haberme ido de Peñarol; fue el peor error que tuve, pero uno de cuando no tenía experiencia y no quería escuchar a los demás… no pedí consejos, de eso me arrepiento. Por un momento de calentura o por creerme más de lo que merecía, fue lo que pasó”.

Foto: Instagram @joaquin.a