Palmeiras le ganó a San Pablo 3-2 a domicilio el pasado 5 de octubre a domicilio, en un partido que estuvo marcado por un importante error arbitral. Ni Ramon batti Abel en el campo ni Ilbert Estevam en la cabina del VAR vieron un clarísimo penal de Allan, defensor del Verdão, sobre Tapia, del equipo tricolor.
Además, los locales reclamaron una posible expulsión de Andreas Pereira por una falta sobre Marcos Antonio, lo que llevó al club a realizar una denuncia. En ambas acciones, el partido estaba 2-0 a favor del San Pablo, que acabó perdiendo de atrás.
Tras el partido, el club emitió un extenso comunicado, al que adjuntó un video del penal omitido, lamentando “errores en jugadas capitales que tuvieron influencia directa en el resultado” y que “representaron un grave perjuicio deportivo”.
Este miércoles, un mes y medio después del partido, el Superior Tribunal de Justicia Deportiva suspendió a los árbitros por “no observar las reglas del deporte”. La pena máxima era de 120 días, pero se aplicó una de 40 que los dejará al margen del tramo final del Brasileirão.
A cinco fechas del final, Palmeiras está segundo con 68 puntos, a tres del Flamengo, y San Pablo marcha noveno con 45, a seis de los puestos de clasificación a la próxima Copa Libertadores.