Para este martes se fijaron tres partidos de el Metro a las 21:15 horas, sin embargo, uno de ellos, el que disputaban Lagomar y Miramar en la Costa, comenzó con más de una hora de retraso.

Adrián Vázquez, Andrés Bustelo y Rodrigo Prando eran los jueces encargados para impartir justicia. Ya sobre la hora del partido, la terna se reunió en la mesa de control, acompañada por los entrenadores de ambos equipos, y decidieron atrasar el partido.

El motivo de esa decisión fue que los relojes de 24 segundos no funcionaban, por lo que tuvieron que traer unos nuevos desde la Federación. Según informaron los árbitros, los técnicos, Mauricio Rodríguez (Lagomar) y Diego Olivera (Miramar), hablaron sobre si jugar o no y, en ese momento, la decisión pasaba por Miramar, que era visitante.

Finalmente, sobre las 22:13 horas, cuando los partidos de Olivol Mundial con Unión Atlética y Sayago con Stockolmo estaban en el entretiempo, llegaron los relojes al departamento de Canelones. A las 22:26 comenzó el partido, pero lo más llamativo fue donde fueron colocados los relojes.

Debido a la falta de tiempo, ya que que debía empezar cuanto antes, los encargados decidieron dejarlos sobre dos sillas de plásticas que fueron situadas en cada esquina izquierda de la cancha. El partido transcurrió con normalidad y Lagomar se llevó una contundente victoria cuando el miércoles se asomaba.

Foto: FútbolUy

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