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Lucas Capalbo deslumbró a propios y extraños este martes en el Juan Francisco Canil, el escenario que se llenó para ver a Malvín ganarle a Aguada la segunda semifinal de la Liga Uruguaya de Básquetbol. El base de 25 años metió 20 de sus 28 puntos en el último cuarto, se cargó al barrio en sus hombros y puso 2-0 la serie al mejor de cinco.
El hijo de Marcelo Capalbo, el base que cambió el ritmo de juego en el básquet uruguayo, estuvo peleado con el gol en el primer tiempo. De hecho, no anotó de campo y cerró su planilla con un punto. Sin dejar de aportar su cuota defensiva habitual, levantó el rendimiento en el tercer período, en el que metió siete unidades. Y en el último explotó.
A puro rompimiento, leyó la ventaja física que tenía frente a sus marcadores y se mostró vertical. Frente a un extenuado Santiago Vidal y a un maltrecho Juan Santiso (jugó infiltrado en el tobillo izquierdo), no dudó a la hora de atacar por la mano derecha. Cuando se la cerraron y le mandaron a Federico Pereiras a defenderlo, se las ingenió para convertir hasta por encima de la ayuda de Frank Hassell.
Tres veces empató el juego Capalbo, quien además robó la pelota que le permitió anotar en bandeja y romper la paridad a 29 segundos del final. Con 28 puntos, seis rebotes, seis asistencias y apenas una pérdida en sus 32 minutos y 42 segundos en cancha, jugó el mejor partido de su carrera.
El base que también supo ser jugador de fútbol (en el baby del Playa Honda) había anotado más que anoche una sola vez en su carrera: 29 tantos contra Urupan el 4 de marzo de 2024, en una victoria 92-84 como local por la fase regular.
Pero, además, fue uno de los responsables de bajarle el goleo a Donald Sims. Junto a Manuel Romero, que entró desde la banca y volvió a ser clave, se repartió los minutos defensivos frente al jugador más dominante del último lustro en el básquet uruguayo.
El MVP de la última Liga, que es además el segundo goleador por promedio (21,8) en la temporada actual, cerró su planilla con cinco tantos. Es la marca más baja desde que defiende a Aguada. Solo una vez en cinco años en Uruguay había anotado tan poco: el primer partido de su tercera campaña defendiendo a Biguá (frente a Olimpia el 4 de noviembre de 2022).
En 32 minutos y 42 segundos en cancha, Sims metió un doble en tres intentos, un triple sobre seis lanzamientos y no tiró libres, algo que solo le había pasado una vez con la casaca rojiverde. Bajó tres rebotes, aportó cinco asistencias y perdió dos pelotas. Su promedio de la Liga 2024/25 es de 21,8 tantos, 3/9 en triples y cuatro asistencias en 33 minutos.
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