Básquet: El “cabernet y Call of Duty” de Michael Smith y la moto que molestó a Semiglia

Luego de la victoria de Nacional sobre Aguada por 103-98 en la quinta final de la Liga Uruguaya de básquetbol (LUB), que ahora está 3-2 a favor del equipo rojiverde, hubo declaraciones de los protagonistas en zona mixta y para la transmisión de VTV, como suele ocurrir.

Con la televisión habló Gastón Semiglia, entre otros, y se mostró molesto por la presencia de una moto ploteada con los colores de Aguada al costado de la cancha. Se trata de un premio que hace ya algunas temporadas entrega uno de los sponsors de la LUB al mejor jugador del equipo campeón, y como estaba la posibilidad de que se cerrara la serie anoche, apareció la moto por primera vez este año.

“Antes de hablar y de mostrar alguna moto con el color de Aguada, hay que tener un poco más de respeto por nosotros y por lo que es Nacional, porque somos los campeones de América. Antes de fijarse en lo que es la moto, mostrarla ahí en la esquina, limpiarla, sacarle la funda y que esté el escudo de Aguada, hay que respetar a este equipo”, dijo el zurdo alero tricolor.

La moto volverá a estar a un costado de la cancha el próximo viernes, cuando se dispute la sexta final. Si gana Nacional, habrá dos motos en el séptimo y decisivo partido, como ya ha pasado en temporadas anteriores cuando se llega a una finalísima: una con los colores de cada equipo.

Mucho más descontracturado habló Michael Smith, quien llegó al equipo de Álvaro Ponce la semana pasada como sustituto del lesionado James Feldeine. El escolta estadounidense, quien ya vistió la casaca tricolor en la pasada temporada, dijo al programa Último Cuarto de Sport 890 que su plan post partido era “tomar un buen cabernet y jugar al Call of Duty”.

“No me acostumbro al campo de horario. Me acuesto muy tarde”, reconoció el norteamericano de 29 años, quien consideró que en Uruguay “se juega de manera intensa” por lo físico y por el rol de los hinchas, por lo que “hay que encontrar un balance entre esa intensidad y el momento de disfrutar el juego”.

“Hoy fue un gran juego. Tuvimos la madurez mental de no cometer esos errores guiados por nuestra cabeza cuando ellos empiezan a traer los puntos”, dijo, y valoró una de las correcciones del entrenador Álvaro Ponce: “cometer faltas que valieran la pena, no en situaciones innecesarias como nos venía pasando”.