Alejandro Balbi, vicepresidente de Nacional, se refirió a la suspensión del partido que su club debía jugar con Aguada en desventaja por afrontarlo con jóvenes de entre 14 y 22 años, dado el brote de COVID-19 que se dio en el plantel albo. En diálogo con el programa Quiero Fútbol, de Sport 890, aclaró que su presencia en el Antel Arena “se limitó a hablar con los chicos que gallardamente colaboraron con el club en una instancia difícil”.
“Yo soy el vicepresidente de Nacional en todas las disciplinas; en ciclismo, en futsal, en fútbol femenino y en básquetbol también, más allá de que Nacional tiene una subcomisión de básquetbol elegida por una asamblea. Entendimos a nivel de la directiva, encabezada por el ingeniero Decurnex, que con los ribetes y el tenor que había tomado este tema debíamos intervenir porque era un tema institucional. Si habrá sido institucional que recibimos agravios de todo tipo de jugadores, dirigentes y otras personas”, argumentó.
“Había una institución que se estaba aprovechando de una situación en detrimento de la mía”
“En mi opinión había una institución que se estaba aprovechando de una situación particular en detrimento de la mía. Por eso las más altas autoridades del club nos inmiscuimos en el tema. Fui yo al Antel Arena porque estaba relativamente cerca, y sino hubiera ido el presidente. Mi presencia estuvo precedida por un montón de llamadas a Ricardo Vairo (presidente de la FUBB) y Sebastián Bauzá (director de deportes”, explicó.
“A las 17 apareció un positivo de un asistente de Aguada. A las 18:30 nos enteramos que Sebastián Izaguirre era COVID-19 positivo. Yo eso a las 15 no lo sabía. Si lo hubiera sabido, seguramente los chicos ni siquiera hubieran ido al Antel Arena. Eso fue ocurriendo, con la cantidad de cosas que nos enteramos en el camino. Fuimos con una intención y después llegó la decisión del Gobierno”, aclaró.
“Nuestra intención inicial era disputar el encuentro. Cuando a las 18 horas nos enteramos que había positivos en Aguada, llamé a Vairo y le dije: ‘Si no estoy malinformado la gente de Aguada estuvo en contacto con su asistente (Fernando Cabral) y con Sebastián Izaguirre hasta el viernes’. A Agustín Oliveros no se le permitió viajar a Ecuador a jugar con Independiente del Valle porque no habían pasado los siete días de su contacto con un positivo de la selección”, recordó.
La cronología de los hechos
“Le pregunté a Vairo por qué a esos jugadores de Aguada que estuvieron en contacto con Izaguirre se les permitía jugar ayer. Vairo, con mucho respeto y sinceridad, me dijo que esas cosas no las maneja él y que depende de la Secretaría Nacional del Deporte. Le dije que tenía que ponderar el raciocinio y que alguien le pusiera un pienso a esto. Le dije que él llamara a Bauzá y yo llamaba a José Veloso”, narró.
Nos dividimos las tareas con Vairo en pos de evitar lo que todos después llamaron ‘circo’. A mí no me importa que haya sido circo o no. Yo me debo a Nacional y hago lo que pienso que es mejor para Nacional. Poco me importa lo que dicen los jugadores de Aguada, los dirigentes o la prensa. No me va ni me viene. Es parte de la función de ser un dirigente y una persona pública. Yo tenía que proteger a mi institución primero y después a mis jugadores”, agregó.
“En el interín, Bauzá estaría en la Torre Ejecutiva porque después era la conferencia de prensa del presidente y lógicamente no me pudo contestar. Veloso no me pudo contestar porque estaba reunido y a Vairo le pasaba lo mismo. Quisimos evitar esta situación pero no se pudo evitar. Ahí no me quedó más remedio que ir al Antel Arena y pasó lo que pasó. No iba a exponer a los jugadores a jugar contra un equipo que tuviera contagiados”, afirmó.
“Cuando estaba entrando al Antel Arena recibí una llamada de Decurnex contándome que lo acababa de llamar Bauzá diciendo que iban a tomar medidas con los deportes bajo techo. Ni yo ni Decurnex interpretamos que estaban incluidos los partidos de anoche. Pensé que era algo a futuro (…) En el medio pasó lo que pasó; llegó la decisión del Gobierno, Bauzá llamó a Vairo o a Butureira, fueron corriendo al medio de la cancha y dijeron que el partido estaba suspendido. Se suspendió antes de que yo les comunicara algo a los jueces”, aclaró.
Los dichos de García Morales
“Hablamos con todo el mundo para evitar lo que no pudimos evitar por un tema de tiempos. Si el partido de Nacional se hubiera jugado a segunda hora yo no hubiera ido al Antel Arena. No fui con gusto al Antel Arena. Fui porque era mi obligación como vicepresidente de Nacional”, justificó, y lamentó que Leandro García Morales, a quien evitó nombrar, quiera “dar clases de moral a Nacional, a sus dirigentes y a sus jugadores”.
“Nadie es quién para andar dando clases de moral, y mucho menos este jugador. Si se preocupa por sus compañeros y por la salud de sus colegas, lo primero que debería ser es socio de la BUA (Basquetbolistas Uruguayos Asociados), y tengo entendido que no lo es. Acá todos nos conocemos y todos sabemos quién es quién”, señaló. “No voy a dejar que un jugador de cabotaje me dé normas de moral”, añadió.
Sobre los dichos del goleador rojiverde, con quien tuvo “un intercambio de palabras que tiene que quedar entre hombres”, dijo que “estaría bueno que la gente vea la foto de esos chiquilines”, en referencia a la cuestionada presencia de los infantiles tricolores. Además opinó que “es un absoluto irresponsable por lo que dijo y está mancillando el honor de Nacional”. “En mi caso no lo voy a permitir de él y de nadie”, dijo.
“Que nos hayamos equivocado, porque Nacional no hizo todo bien, sin violentar determinados protocolos, es una cosa y habrá que cumplir con las penalidades que correspondan. Pero de ahí a especular con que Nacional manipuló la suspensión del partido y un resultado… debería agarrar un diccionario y ver qué significa ‘deportividad’ y ‘compañerismo’. Y sino pregúntenle a varios compañeros y entrenadores que lo tuvieron a ver qué piensan. Algunos lo tienen como un referente del básquetbol uruguayo. Yo tengo mis dudas”, concluyó.