Antes del 1-0 de Estudiantes de La Plata en su visita a Rosario Central, resultado que dejó al equipo canalla eliminado del Torneo Clausura del fútbol argentino y puso al pincharrata en cuartos de final, hubo una situación atípica de la que se sigue hablando.
Por orden de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), los jugadores visitantes tuvieron que hacer un pasillo de campeón a los locales por un título que se resolvió en los escritorios en el correr de la semana pasada: campeón de la tabla anual.
Esa clasificación, que hasta hace una semana nunca había coronado a nadie en Argentina, solo servía para otorgar cupos a las copas internacionales. Por votación de los clubes se resolvió dar un título al equipo rosarino, y Estudiantes no estuvo de acuerdo.
Enfrentada políticamente con la AFA, la entidad pincharrata cumplió con el protocolo del pasillo impuesto por la organización, pero al momento de salir los jugadores rivales su plantel optó por girarse y dar la espalda a los capitaneados por Ángel di María.
El árbitro del partido, Pablo Dóvalo, detalló lo sucedido en su informe del encuentro, y aseguró que no se cumplió con el protocolo por parte de los jugadores visitantes. Desde la AFA entienden que pudo ser una “incitación a la violencia”, y podría haber sanciones.
Este lunes, un día después del episodio, el Tribunal de Disciplina confirmó la apertura de un expediente disciplinario a Estudiantes de La Plata, que tiene 48 horas para presentar sus descargos. Mientras tanto, medios argentinos aseguran que no hay obligación reglamentaria de hacer el pasillo.