El árbitro vasco Ricardo de Burgos Bengoechea, que dirigirá el sábado la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid, lamentó este viernes, entre lágrimas, “la repercusión de los vídeos de Real Madrid Televisión” contra su estamento, ya que “los hijos de los compañeros oyen decir en el colegio que su padre es un ladrón”.

Como antes de cada partido, el juez tuvo que ver cómo la cadena de televisión del Real Madrid emitía una recopilación de potenciales errores suyos que perjudicaron en el pasado al club merengue.

“Hay que conocer las consecuencias que tienen esos vídeos. Hay redes sociales anónimas que insultan y amenazan sin ningún control”, denunció el árbitro, antes de emocionarse al hablar de su hijo.

“Cuando un hijo tuyo va al colegio y vuelve llorando porque otros niños le dicen que su padre es un ladrón, es algo muy jodido. Lo que hago en mi caso es intentar educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, sobre todo honrado. Que se equivoca, como un deportista más. El día que me vaya de aquí quiero que mi hijo esté orgulloso de su padre y del arbitraje. No hay derecho a lo que estamos pasando muchos compañeros y compañeras”, afirmó con la voz entrecortada por las lágrimas.

De Burgos Bengoechea pidió “una reflexión” sobre la situación actual del fútbol español, asegurando que hay colegiados que han optado por descender de nivel para no enfrentarse a la presión del alto nivel.

La cadena de televisión Real Madrid TV produce cada semana ese tipo de videos para desacreditar a los árbitros de los próximos partidos de su equipo.

La presión se ha incrementado desde febrero, cuando el club se lanzó a una guerra institucional contra un arbitraje que considera “completamente desacreditado” y contra “un sistema corrompido”, después de una serie de decisiones arbitrales que estimó injustas en la Liga española.

Horas después de las palabras del árbitro, el entrenador del Barcelona, Hansi Flick, compareció ante los medios y reaccionó a lo ocurrido: “Solo es deporte, fútbol. Es nuestra responsabilidad proteger a los jugadores y a todas las personas en el terreno de juego. No es juego limpio atacarles. Necesitamos a los árbitros, debemos protegerles”.