Mauro Arambarri cumplió este lunes 100 partidos oficiales con la camiseta del Getafe, club al que llegó hace tres temporadas para afianzarse después de un pasaje poco fructífero por el Bordeaux de Francia. Jugó los 90 minutos en el 2-1 sobre Real Sociedad, resultado que dejó a su equipo quinto con 52 puntos y en zona de Europa League, a cinco unidades de los puestos de Champions.
“Es algo muy lindo tener continuidad en el equipo, y cumplir 100 partidos no todos pueden hacerlo. Veníamos de algunos partidos sin poder ganar, por más que empatamos algunos. Llegó la victoria y estamos contentos por eso”, apuntó el salteño en diálogo con el programa Tirando Paredes, de la 1010 AM.
“El balance de estos años acá es bastante positivo porque tener continuidad te ayuda a crecer. En estas tres temporadas he crecido muchísimo porque jugar todas las semanas te da experiencia y te ayuda al crecimiento futbolístico y personal para manejar muchas situaciones”, agregó el mediocampista de 24 años.
Arambarri es una de las piezas claves para el entrenador José Bordalás, quien año tras año elige tener uruguayos en sus equipos. “Somos muchos uruguayos y el estilo de juego es bastante parecido. Competir al máximo los 90 minutos y dar todo hasta la última pelota. Eso los uruguayos lo llevamos adentro y al entrenador le gusta mucho. Por eso somos cuatro uruguayos y han pasado muchos estos años”, opinó.
“El entrenador me pide que organice al equipo y que sea el balance. Que haga coberturas y que saque la pelota hacia afuera y para adelante. No le gusta jugar para atrás, sino directo. Uno intenta hacer eso, aparte de la intensidad que pide, que es algo que los uruguayos llevamos en la sangre”, reveló Arambarri, quien ya piensa en el encuentro de este jueves a las 17 horas de Uruguay frente al Real Madrid.
“Se siente un poco de adrenalina por estas compitiendo con jugadores tan importantes, pero a medida que va pasando el tiempo y vas jugando más partidos, lo llevás de otra manera”, comentó, y es consciente de que el mediocampo de los merengues, al igual que el del Barcelona, es “de otro planeta”.
A su frente tendrá a Federico Valverde, con quien de no ser por la postergación del inicio de las Eliminatorias mundialistas hubiera compartir vestuario en la selección uruguaya. “De mi parte hice lo que estaba a mi alcance para estar. En su momento me llamó Mario Rebollo para avisarme que estaba preseleccionado y fue una felicidad tremenda”, reconoció.
“Todo jugador espera esa llamada, aunque uno es consciente de que en mi puesto hay jugadores que están en un nivel impresionante. Hay que esperar las oportunidades. Ahora pasó esto y hay que seguir trabajando y mirando para adelante. Si Dios quiere llegará otra vez. Lo fundamental es estar preparado para cuando llegue”, señaló el ex Defensor Sporting, quien fue titular en la sub-20 de 2015 y luego no volvió a vestirse de celeste.
Por último, habló de lo que significa marcar a Lionel Messi. “Lo miraba por la televisión cuando todavía no jugaba en España y me preguntaba: ‘¿Cómo puede ser que no puedan frenarlo?’ Ahora que me ha tocado jugar contra él, es muy difícil. Tiene cambio de ritmo y aceleración. Se frena en un segundo y es fuerte. Para saber cómo es hay que jugar contra él y sufrirlo. Uno siempre intenta hacer lo mejor”, concluyó.