El partido comenzó con todo ritmo y una gran molestia bohemia de arranque, ya que una rápida jugada a espaldas de Izquierdo encontró a Cóccaro solo ante De Arrubarrena, pero el golero fue al piso y le quitó la pelota correctamente al delantero que se dejó caer.

Fedorczuk para sorpresa de todos entendió que hubo falta y pitó penal, algo absolutamente inesperado, que poco le importó a Álvaro Brun que definió la pena máxima con fuerte remate y puso el 1-0 a los 2'.

Esto hizo ganar en intensidad al juego, con una defensa bohemia que dejaba muchas brechas para su rival, pero en contrapartida, cuando los bohemios atacaban, generaban ocasiones que no podían concretar.

Rodrigo Pastorini peleando una pelota en el área, hizo extremar a Fiermarín para sacar de la línea el empate, una jugada donde los del Prado pidieron penal tras un agarrón posterior del golero al delantero cuando iba a buscar el rebote.

Pero Torque no iba a perdonar los errores de su rival y una mala salida del fondo, terminó en una corrida de Matías Cóccaro a los 35' que definió con mucha tranquilidad ante la salida del guardameta y puso el 2-0 en el resultado.

Los bohemios tuvieron al minuto la chance de descontar con un buen remate del propio Pastorini que sacó Fiermarín, cerrando esa primera etapa con los celestes con una clara diferencia de dos goles a su favor.

Estuvo cerca

Larriera, para el complemento, dio ingreso a Ignacio Lores y Bruno Veglio, lo que le dio otra presencia al equipo y velocidad, que en los primeros compaces se salvó de sufrir el tercero tras dos cabezazos en el área.

La gran chance del descuento llegó a los 54' cuando una mano de Pizzichillo fue pitada como penal por el árbitro, pero Pastorini, con la pólvora mojada, lo pateó muy mal y el golero ganó el duelo.

Pero Wanderers era otro y jugaba al ritmo de Lores, lo que le permitió llegar al descuento, tras un pase largo del volante que encontró lanzado a Pais que tocó ante la salida desesperada del cuidapalos para el 2-1.

Los visitantes querían la igualdad, pero los celestes eran peligrosos de contragolpe, con la salvedad que no lo supieron cerrar, sufriendo hasta el final.

El golpe de gracia para los del Prado llegó a cinco del final, cuando por doble amarilla se fue expulsado Ignacio Lores, cerrando cualquier chance de reacción.

El pitazo de Fedorczuk, de olvidable labor, selló el triunfo de Montevideo City Torque, que aprovechó un mejor primer tiempo y supo aguantar el chaparrón en el segundo.