Defensor llegó al Capurro decidido a no especular y conseguir los tres puntos que le permitieran alzarse con el título del Apertura. Ante un rival que no contaba con Estoyanoff y Pallas por lesión, el violeta salió con todo, dominando los primeros minutos en base a tenencia y velocidad que arrinconaron al local.

Ya a los 6' Mathías Cardacio alertó sobre el arco de Denis con un remate que se estrelló en el palo. Los de Acevedo eran superiores, con Gómez incontrolable, Zunino despierto para trepar por derecha y una media cancha que trabajaba a muy buen ritmo.

La apertura se hizo desear pero llegó en forma merecida a los 19 minutos. Pelota que Gonzalo Bueno llevó hasta el área y Juan Álvez lo baja con infración. Maxi Gómez no perdonó desde la pena máxima y puso el 1-0.

Siguió mostrándose mejor el violeta, con una chance de Mathías Suárez finalizando una gran maniobra colectiva, y también ota llegada de Bueno en la que le anulan el gol por acomodarla mano antes de definir.

Parecía abosolutamente dominado el partido, sin embargo, un cuadro como Fénix aprovecha siempre cualquier mínima ventaja para sacarle jugo. En este caso fue un córner en contra. Tras el despeje de la defensa Tito Ferro la luchó y se la hizo llegar a Waterman. El panameño ganó en velocidad, desparramó a De los Santos y anotó el empate en el mano a mano con Reyes a los 38'.

El gol le vino muy bien a Fénix, que equilibró el trámite no solo en el resultado sino en lo táctico. La mitad de la cancha pasó a ser controlada en forma alterna y ya los laterales violetas no podían atacar con la misma profundidad.

El efecto se extendió para el resto del segundo tiempo. Los de Ferrín se dieron cuenta que podían y le jugaron de igual a igual a un Defensor que no mostró el mismo volumen futbolístico que en la media hora inicial.

Casi sin emociones se jugó hasta el minuto 75, cuando tras un envío de Carneiro para el Tuerto aparece Maxi Gómez para bajar el balón, pegarle al arco y tras el desvío en un defensa conseguir el ansiado 2-1.

Los últimos 15' fueron pura emotividad. Fénix yendo como podía, sin muchas ideas, en busca del empate, y Defensor defendiendo con uñas y dientes. Dos rojas sobre el cierre del partido, Andrés Lamas en la viola y Martín González en los locales, y varios tiros libres que llegaron sobre las áreas sin traducirse en chances de gol.

El final fue como lo querían los hinchas de Defensor Sporting: 2-1 y vuelta olímpica. El mejor del Apertura (36 puntos en 45) sufrió una vez más para ganar, pero fiel a su trayecto en este torneo se aferró a sus virtudes y convicciones y selló otra victoria, la que inclina nuevamente la historia.