Guillermo Almada fue el invitado central del programa El polideportivo de Canal 12 este domingo, y contó que estuvo cerca de trabajar con Marcelo Bielsa en la selección mexicana. Hubo una idea inicial de que el uruguayo fuera el entrenador del combinado azteca y el argentino director deportivo, pero no prosperó.

El nombramiento de Bielsa en la selección uruguaya volvió a postergar el sueño de Almada de dirigir a Uruguay, algo que deja de manifiesto a la hora de firmar cada contrato. Cuando acuerda su llegada a un club, incluye una “cláusula innegociable”: si lo llama la Celeste, lo tienen que dejar ir.

Un sueño celeste

“Puse esa cláusula en Barcelona de Guayaquil, Santos Laguna y Pachuca”, contó, y reconoció que ahora incluyó además otras selecciones porque lo contactaron de tres países, pero ninguno de ellos fue Uruguay.

“Hablé con la selección de México y me llamaron de Ecuador cinco o seis veces. Al principio nos negamos y después hubo negociaciones. De Chile también tuve una conversación”, recordó, y dijo no saber por qué nunca recibió un llamado de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

“Nos lo hemos preguntado muchas veces como cuerpo técnico. Jorge Casales (integrante del comité ejecutivo) es de Defensor Sporting y yo me crie en Defensor. No es una pregunta que yo pueda responder”, agregó.

“Me entristece porque la ilusión más grande que tiene uno como futbolista y entrenador es defender a su selección. Se lo transmitimos a los futbolistas mexicanos, que no tienen esa idiosincrasia del jugador uruguayo de morirse por la selección”, señaló Almada.

Los partidos en la altura y Luis Suárez

Si tuviera la posibilidad de hacerse cargo de la Celeste, sabe que “se puede jugar de la manera que quieras” porque “tiene grandes jugadores”, e innovaría a la hora de afrontar los partidos en ciudades con altura como La Paz, Quito o Bogotá.

“Hay muchos jugadores adaptados en México y Ecuador. Ese sufrimiento que permanentemente tenemos, si apelás a esos jugadores, no lo tendrías. Yo lo haría. Tenemos estudios que dicen que el jugador del llano que mejor se adapta a la altura, al pisar el aeropuerto pierde el 30 % de su rendimiento”, explicó.

Dijo también que jugadores como Luis Suárez o Edinson Cavani todavía “pueden aportar en la medida que se haga un equilibrio”.

“Hay que hacer un seguimiento más personalizado”, señaló, y argumentó la presencia de Suárez aún sabiendo que es casi imposible que llegue en condiciones al próximo Mundial.

“Hay que dejar enseñanzas y transmitir el sentido de pertenencia y responsabilidad. En el proceso te vas a ir dando cuenta si están en ese nivel o si hay que hacer el recambio. Tenemos futbolistas en distintas ligas del mundo como para ser competitivos e ir por lo máximo”, añadió.

Bielsa y el “marketing” de los argentinos

Sobre Bielsa, dijo que es “un entrenador de primera línea, de gran capacidad”. “Eso no está en discusión y lo ha demostrado en muchos clubes”, afirmó, pero opinó que “hay entrenadores uruguayos con la misma capacidad”.

“Por la idiosincrasia, el sentido de pertenencia y el conocimiento de nuestro fútbol, los entrenadores uruguayos tenemos un plus sobre situaciones que seguro van a aparecer y originarán algunos problemas que esperemos no sucedan. Cuando se fue (Daniel) Passarella no estaba muy habituado”, recordó.

“Lo que nos diferencia con los técnicos argentinos es el marketing. Es impensado que le den la selección argentina a un entrenador uruguayo. Nosotros, en el porcentaje mínimo que nos toque, vamos a apoyar a muerte porque queremos que a la selección le vaya bien”, concluyó Almada, quien sigue trabajando en su cuerpo técnico con Darwin Quintana y su hermano Luis Almada como asistentes, y Ruben Valenzuela como preparador físico.