El 2011 fue un año de ensueño para Alejandro González: se afianzó decididamente en la defensa de Peñarol y, siendo gran figura, consiguió el vice campeonato en la Copa Libertadores de ese año.

Dos años pasaron para que González consiguiera un pase al fútbol europeo. El equipo fue el Verona, quien se lo llevó en 2013. En el conjunto italiano no tuvo muchas oportunidades y en la última temporada sólo jugó cinco partidos.

Debido a esta falta de juego, el club y el jugador llegaron a un acuerdo y el futbolista se fue, por seis meses con opción de compra, al Cagliari.

González se formó como jugador en Peñarol, tuvo un pasaje por Tacuarembó y Sporting Cristal de Perú a préstamo. Luego, volvió a los carboneros y emigró al viejo continente.