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Alan Matturro fue operado el pasado 14 de febrero de los tendones rotulianos de ambas rodillas. Por entonces se le dijo que estaría de cuatro a cinco meses para volver a jugar, pero hoy ya está entrenando junto a sus compañeros del Genoa y con la expectativa de ser convocado, según contó al programa 100% deporte de Sport 890.
“Volví a nacer. Después del Mundial sub-20 [junio de 2023] no podía vivir con ese dolor en la rodilla. Y mismo en el Mundial me dolía. Llegaba a mi casa y poco más me ponía a llorar porque no la pasaba bien y no disfrutaba. No podía manejar ni caminar. Tenía que hacer una hora de hielo para poder jugar”, contó.
El zurdo defensor de 19 años explicó que tras la Copa del Mundo se sometió a un tratamiento por el cual le inyectaron sangre en los tendones, “pero el alivio duró dos semanas” y volvió a padecer un dolor que lo acompañó incluso durante su período en el fútbol uruguayo. “Había un momento en que no podía más”, reconoció.
“Ahora me siento increíble, mucho mejor que cuando jugaba y estaba bien. No tengo dolor. Me siento bien física y anímicamente”, dijo entusiasmado el jugador formado en Defensor Sporting, quien también se siente “más magro” en lo físico porque cambió algunos hábitos de alimentación.
“La lesión no me bajó, sino que me dio un plus”, dijo al respecto. “Yo antes no le daba mucha bola a la alimentación, pero es increíble cómo te ayuda”, comentó sorprendido, y dijo cuál fue el principal cambio: “No puedo creer cómo hice para dejar la Coca Cola. Era una cosa de locos. Ahora solo tomo agua y mate”.
Sobre el tiempo que le llevó la recuperación, cree que la clave fue “la alimentación, el descanso y lo que uno le mete”. “Yo llegaba al complejo del Genoa a las 8 y me iba a las 15”, indicó Matturro, quien desayuna y almuerza en su club, y se lleva “una vianda a casa para comer después”, ya que no cocina. “No sé hacerme ni un huevo frito”, admitió.
Hoy se ilusiona con ser convocado para el partido del domingo frente al Milan como visitante, aunque sabe que “es difícil porque es una decisión del técnico”. “Yo igual me tengo fe. Igual si no me convoca no pasa nada, lo entiendo. Después de dos meses, convocarme contra el Milan es difícil”, señaló sobre Alberto Gilardino, el exgoleador que hoy lo dirige.
Matturro recordó que juega donde le ordenen hacerlo, tanto en la zaga como de lateral, pero prefiere ser marcador de punta, tal como se lo vio en el Mundial sub-20. De aquel certamen recordó que “jugaba con una cinta en la rodilla” por la lesión que ya acarreaba. “Siempre sufrí de la rodilla, no sé por qué. Capaz que por los pisos de Uruguay. Acá en Italia las canchas son una belleza”, comentó.
El 26 de mayo terminará la temporada y un par de días después volverá a Uruguay para entrenar con Defensor Sporting, a los efectos de no perder forma física. “Si en las vacaciones no entreno, no me siento bien”, reconoció Matturro, quien sueña con defender a la selección mayor, pero “tiempo al tiempo”. “Uno se entrena y vive soñando con jugar por el país donde es uno. Ahora espero sumar unos minutos y ver qué pasa”, concluyó.
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