El fútbol uruguayo no es sencillo para todos. Eso ha quedado demostrado con figuras que llegaron con mucho renombre y no pudieron marcar la diferencia. Pero los jugadores locales son diferentes, tienen otra manera de jugar y se adaptan a cualquier circunstancia.
Cada divisional está subiendo el nivel de a poco, con más equipos sumándose a la base de la “pirámide”. Sin embargo, y pese a que todos los años salen jugadores jóvenes, hay algunos futbolistas experientes que se mantienen. Y ese es el caso del protagonista de la historia de hoy: Adrián Silva.
Vitamina, como es conocido, tiene una particularidad: es el jugador en actividad más longevo del fútbol uruguayo. Y es que con 54 años sigue jugando en la Primera División Amateur (C), defendiendo a Parque del Plata.
Hasta el año pasado no lo era, ya que Robert Carmona, de 63, estaba jugando en Nuevo Casabó de la D, pero para este año no tiene club y, por ese motivo, Silva es quien ostenta el récord actualmente.
Adrián nació en la zona de la Aduana y sus inicios como deportista fueron jugando al básquetbol en el club Guruyú Waston, del barrio en que vivía.
Pero fue creciendo y le empezó a llamar más la atención el fútbol, por lo que a los 15 años jugó en la Cuarta División de Cerrito, pero allí estuvo solamente un año y, a partir de ese momento, comenzó su carrera como futbolista en el fútbol del interior.
Adrián “Vitamina” Silva jugando en el Club Deportivo Estación. Foto: Cedida a FútbolUy
En OFI estuvo “hasta los 27, 28 años”, relató a FútbolUy, y aseguró que “siempre tenía algo más” además del fútbol, porque “algunos equipos pagaban, pero otros no”.
“El trabajo nunca lo abandoné”, comentó, y recordó que trabajó en una panadería y en una metalúrgica mientras jugaba, pero actualmente lo hace como limpiador de vidrios en edificios.
“Cuando tenía 31, 32 años, en 2004, me mudé al Paso de la Arena y estuve en el plantel de Huracán”, club en el que lo dirigió Gonzalo Ribas, recordó.
El momento “más lindo” de su carrera, ya en el fútbol de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), fue en Torque, equipo al que arribó con 37 años y en el que estuvo hasta los 40; con él fue campeón del Torneo Clausura de la C en 2009.
Su periplo por el fútbol uruguayo ha sido largo, desde clubes de la AUF —sobre todo en los últimos años— hasta de la OFI, en los cuales jugó en ligas de Canelones, Maldonado y San José.
Según Vitamina, fueron “20 equipos, más o menos, redondeando” en los que jugó en su carrera.
Durante la nota, repasando una lista que tiene en su casa de Nuevo París, recordó algunos de los equipos de los que formó parte: Cerrito, Colón, Mar de Fondo, Alto Perú, Potencia, Huracán del Paso de la Arena, Torque, Deportivo Italiano, Club Deportivo Estación (Maldonado), Bella Vista (Maldonado), Rampla Juniors (Maldonado), Tucanes FC (Canelones), Rampla Juniors (Canelones), Club La Paz (Canelones), Club Artigas (Canelones), Club Villa Manuela (Canelones), Wanderers de Pando (Canelones), Montevideo Boca Juniors y Parque del Plata.
Además, jugó al fútbol playa en Fénix, Wanderers, Deportivo CEM y Deportivo Social Rodó.
Según sus experiencias, el campeonato más exigente que jugó fue el de la liga de Maldonado.
Adrián “Vitamina” Silva jugando en Deportivo CEM de fútbol playa. Foto: Cedida a FútbolUy
Su vuelta al fútbol
En 2024 defendió a Montevideo Boca Juniors en la Divisional D y para este año estaba libre, pero el pasado 1º de julio cerró su llegada a Parque del Plata, equipo que no está atravesando su mejor momento deportivo ni institucional.
El club canario había sufrido días antes la mayor goleada de la historia del fútbol uruguayo (0-20 ante Bella Vista) y, por ese motivo, se puso a disposición del club.
“El club estaba en una situación muy difícil y me pasaron el contacto del presidente. Hablé con él y me dio la posibilidad de ir a sumar. Arreglamos, me fiché y ta”, contó.
Además, aclaró que no cobra: “Corre por cuenta mía. El fichaje y los viáticos me los pago yo”.
No es normal que con 54 años siga jugando al fútbol, pero, igualmente, su esposa y sus hijos lo apoyan porque lo ven “enchufado y concentrado, tanto en el trabajo como en el fútbol”. “Me dejan hacer lo que me gusta”, agregó.
Adrián “Vitamina” Silva jugando en Montevideo Boca Juniors. Foto: Instagram
“Es muy lindo llegar a casa y tener una familia que te apoye y te dé para adelante”, ahondó.
“Tuve una situación muy difícil: fallecieron mi papá, mi mamá y mis hermanos, y me quedé solo. Tuve que formar una familia en poco tiempo para hacerme fuerte y el deporte fue lo que me sacó adelante. No paraba de entrenar”, apuntó.
Sobre su nivel actual, contó: “La agilidad nunca la perdí. Hago trabajos especiales que me han servido. Tengo un gimnasio en mi casa. Hago trabajos de fuerza y coordinación, corro en la cinta, tengo un elástico, salgo a correr en la ruta. Cuando me llama un equipo, ya estoy al 100%”.
Un día normal en la vida de Vitamina Silva comienza a las seis de la mañana, va a trabajar, retorna sobre las 15:00 a su casa, duerme una siesta de una hora y media, se levanta para hacer unos 35 minutos de bicicleta fija, hace cinta y luego trabajos de fuerza con mancuernas. Entre todo eso, toma “mucha agua”.
“Hago trabajos de fuerza para poder chocar y estar bien en las pelotas divididas. La edad la tengo y los rivales la saben, pero van desde la misma manera que uno a la pelota”, dijo sobre los partidos, y añadió: “A veces se sorprenden, pero no aparento la edad que tengo. Entro a la cancha y la gente no se da cuenta porque estoy igual que todos los jugadores”.
Adrián “Vitamina” Silva jugando en Colón. Foto: Cedida a FútbolUy
¿Planes de retiro? “No, no. Eso nunca porque estoy muy bien. Estoy pasando por mi mejor momento, físicamente impecable y a buen nivel. Solo me tienen que dar la oportunidad de jugar y yo demostrar”.
Capaz que este año “hay una posibilidad de participar en la D”. “El año que viene capaz que vuelvo a la C en otro equipo o mismo en Parque del Plata”, mencionó.
“Siempre lo soñé, sabía que iba a pasar todo esto. Cuando tenés una edad avanzada y, de repente, resurgís en un equipo como ahora, es sorprendente. Sonó muy fuerte mi nombre”, apuntó.
Y concluyó con una visión de su vida futbolística: “Yo juego al fútbol por mis amigos, por mi papá, que está al lado mío y debe estar muy contento de que siga jugando. Porque soy feliz, porque estoy sano. Cuando tenés todo ese entorno lindo, no me suma nada lo que digan los demás”.