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Gonzalo Rodríguez tenía apenas 28 años cuando perdió la vida. Comenzó a competir en el deporte motorizado desde muy pequeño, y rápidamente, con talento y dedicación, se transformó en una figura a nivel nacional, con grandes proyecciones a nivel internacional. En 1992 comenzó a competir en la Fórmula Ford española, en 1994 pasó a la Fórmula Renault británica, y en ese país se vinculó luego a la Fórmula 3.
En 1997 accedió a la Fórmula 3000, competencia en la que vivió sus mejores momentos como deportista: corrió el Mundial en 1997, cuando terminó décimo noveno, y en 1998, año en el que fue tercero, después de haber ganado el Gran Premio de Spa-Francochamps (Bélgica), de Nurburgring (Alemania) y el de Montecarlo (Mónaco).
Ese año peleó por el título palmo a palmo con el alemán Nick Heidfeld, y a propósito de una carrera en la que terminó segundo en el principado, habló en un mano a mano con la revista Guambia, a la que le confesó: "¿Sabés a qué le tenía miedo? El auto sale con 110 litros de nafta y está pesado, pesado. Entonces lo que yo hice fue dar tres vueltas para ver bien el tema de dónde frena el auto, cómo frena, porque estás con 100 kilos más, y es mucho. Y no quería pegármela, porque con cualquier error estás en la baranda".
Consciente de ser participante de un deporte de riesgo, nadie, y mucho menos él, veía venir un futuro terriblemente oscuro, que le tenía por delante la CART, la Championship Auto Racing Teams, en un campeonato llamado Champ Car World Series, donde el 11 de setiembre de 1999, en el circuito de Laguna Seca, tuvo un accidente de trágico final. Las imágenes, a 14 años del suceso, impactan a cualquiera que haya vivido aquella época.

Fotos: Fundación Gonzalo Rodríguez
Antes de eso, en la misma charla con Guambia, Gonchi había hablado de sus ganas de tener una Ferrari y de poder correr por la Fórmula Uno. "El otro día, hablando con Barrichello (su amigo en el mundo del automovilismo), me dice ‘y, ¿cuándo te vas a subir?'. Casi le digo ‘prestámelo'. Creo que falta muy poco. Tampoco me muero: este año podría haber combinado con alguno para probar, pero no tenía chances reales de correr porque no tenía presupuesto ni nada", relató.
Gonchi se transformó en leyenda y año a año fanáticos y no fanáticos de los motores lo recuerdan. Tuvo su primera moto a los seis años, edad a la que aprendió a conducir un auto de la mano de su abuelo. Nació en Carrasco y se crio en Pocitos, fue a colegios privados que no calmaron sus problemas de conducta, y aun así todo lo hizo a base de esfuerzos y sacrificios.
"Para Uruguay soy una persona con privilegios por haber tenido una buena educación, haber podido contar con un montón de cosas que otros no podían, pero yo soy de una familia media. Eso sí, para lo que es el mundo del automovilismo, soy de una familia pobre total", contaba en esa misma entrevista de Guambia.
Gonchi empezó a competir en kart cuando tenía 12 años y descubrió su talento nato, y siempre lo hizo por el aporte económico de su familia, y por sus ganas. Pero recién en 1994 consiguió un primer patrocinio, que lo recibió de Ancap, después de haber ido a golpearle las puertas a Luis Alberto Lacalle, para decirle que no tenía dinero para ir a competir a nivel internacional.
A principios de año, Rodríguez hacía un presupuesto que rondaba los 40 mil dólares, con los que debía cubrir viajes, alimentos y estadías, pues no tenía casa en la que alojarse. "Estoy con una valija grande, la mitad con ropa sucia siempre. Y es horrible. Hace un año que sé lo que es ser gitano de verdad", reveló.
En este 2013, una serie de homenajes se realizaron por iniciativa de la fundación que lleva su nombre, y que propone recordarlo "como lo que fue: un ser sencillo, lleno de fe y optimismo, orgulloso y respetuoso de sus orígenes charrúas, que supo llevar a lo más alto de los podios mundiales la bandera uruguaya".
In memoriam
Este fin de semana, Salto desarrolló el Primer Festival Familiar de Automovilismo, competencia organizada por el Automóvil Club de Salto y apoyado por la Intendencia departamental, la Junta y por supuesto, la Fundación.
Con motivo de este evento, el momento más emotivo se vivió con la inauguración de la calle Gonzalo "Gonchi" Rodríguez. A propósito, su hermana Nani Rodríguez, cabeza de la Fundación, tuiteó este domingo "Gracias Salto!! Ahora Gonchi permanecerá presente con ustedes también", junto a una foto ilustrativa.

Mientras los salteños recordaban al piloto, en Bélgica se daba otro homenaje, encabezado por Santiago Urrutia, una joven promesa del automovilismo que compite en la Fórmula 3 Europea y que no puede escapar a la comparación con Rodríguez.
Urrutia corrió este fin de semana en Spa-Francochamps, en Bélgica, donde el 29 de agosto de 1998 Gonchi consiguió el primer puesto en la Fórmula 3000. Por eso, a 15 años de ese triunfo, se colocó una placa con la presencia del conductor de RP Motosport que reza "El pueblo uruguayo en recuerdo y homenaje a la victoria de Gonzalo ‘Gonchi' Rodríguez" en la carrera.

Pensando ya en los 15 años de la muerte de Gonchi que se conmemorarán en 2015, se creó una comisión para organizar un homenaje mayor, bajo los lemas "Nuestros mejores valores" y "Seguí tus sueños". Amigos, periodistas, voluntarios y parte del staff de la Fundación la integran.
Los objetivos de esta comisión son organizar los eventos que tendrán lugar el próximo año, y que abarcarán desde actividades deportivas a eventos de convocatoria masiva, "que harán que la figura de Gonchi perdure como todos la recordamos".
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