"Yo hubiese hecho lo mismo", Porras sobre la patada de Guillermo Rodríguez

“Nunca jugué en un Estadio Centenario en esas condiciones”, dijo Gonzalo Porras un día después del clásico respecto al piso del máximo escenario deportivo del país, y opinó que “para el juego que hace Nacional, la cancha no lo favoreció”.

En diálogo con el programa Último al Arco, de Sport 890, el volante central dijo sobre el 2-2 que rescató Peñarol frente a los tricolores en el último minuto que “el golpe es duro”, sobre todo “por todo lo que venía pasando el grupo, que merecía la victoria”.

“Habíamos jugado un partido muy intenso por la Libertadores y ayer nos tocaba un clásico que teníamos que ganar. En cuanto a lo físico no estábamos en un 100%, pero demostramos estar muy bien. El resultado dejó un sabor amargo porque faltaban 10 segundos para terminar y lo teníamos, pero es fútbol y no tenemos tiempo para seguir pensando en eso”, agregó.

“Dentro de la cancha tuve la sensación de que lo teníamos controlado. Recuerdo una de Forlán en el primer tiempo pateando cruzado que pasó al lado del palo porque Murillo no llegó a desviarla. En el segundo tiempo, más allá de los goles, ellos tuvieron un tiro libre de Aguiar y nosotros dominamos el partido. Dentro del campo sentíamos que estaba controlado”, dijo.

“Siendo muy autocríticos, después del 2-1, con la desesperación de ellos por empatar, tuvimos muchos espacios que no pudimos aprovechar. Uno de los mano a mano fue bien cortado por Guillermo Rodríguez, cuando se generó la expulsión”, reconoció Porras, quien admitió que en lugar del zaguero de Peñarol también hubiese bajado a Sebastián Fernández.

“Estuvo bien cortado. Por ahí si no cometía esa falta podía haber sido el tercer gol nuestro y el partido se liquidaba. Yo hubiese hecho lo mismo y cortaba antes de que el rival entrara al área. Tal vez la falta fue un poco desmedida, pero fue lo que pudo hacer en ese momento”, opinó.

Porras todavía no perdió clásicos, pero hoy no le sirve de consuelo. “Los que llevo ganados y empatados no me quitan la calentura por lo de ayer. Me fui muy caliente, como cada uno de los compañeros, porque lo teníamos prácticamente ganado y en la última pelota nos empataron”, admitió.

Tras ese gol de Marcel Novick de cabeza, reconoce que “el juego aéreo es una de las cosas que preocupan”. “No tenemos un equipo muy grande en individualidades para contrarrestar la pelota quieta, pero tratamos de hacernos fuerte de otra manera”, concluyó.