“Estaba convencido de que se podían lograr cosas importantes”, dijo Jadson Viera en el arranque de la conferencia de prensa posterior a su primera victoria como entrenador de Nacional, que le valió el título de campeón uruguayo frente a Peñarol.

Sobre el 1-0 en la final, dijo que “la estrategia era tener la posibilidad, con la línea de cuatro y los tres volantes, de tener juego, y en todo caso con el mediapunta y los dos delanteros, tratar de ganar las segundas jugadas en el juego directo”, un arma con la que su equipo “complicó bastante” en el 2-2 de la ida.

“Lo que busqué fue jugar con tres volantes, uno con más llegada y uno de contención por donde estaba Leo [Fernández], ya que el juego pasaba mucho por él. En la ida estuvimos bien en los primeros 45 minutos. Busqué darle la tranquilidad al equipo de poder jugar en largo y estar todo el partido jugando mano a mano con los centrales de ellos”, argumentó.

“Íbamos a perder juego por bandas y busqué tener recambios. No tenía volantes y si ponía los extremos de arranque me quedaba sin extremos si tenía que buscar el partido. Salió bien. Fue un partido muy físico. Había una tensión muy grande”, agregó sobre la decisión de salir a jugar con un 4-3-1-2.

“Tuvimos las chances iniciales. [Luciano] Boggio tuvo la primera al minuto. Fue una final contra un gran equipo, que juega bien y tiene jugadores de calidad. Se sufrió como se tiene que sufrir una final ante un clásico rival de toda la vida”, señaló.

“Felicito al plantel”

“Felicito a todos. El primer día que llegué puse una palabra: unión. Todos teníamos que tirar para el mismo lado y confiaba mucho en el plantel. Hay un mérito gigante de ellos porque nosotros a veces en la semana, por tratar de no dar tanta información, hacíamos trabajos en pizarra, charlas y videos”, explicó.

“Felicito inmensamente al plantel por todo lo que pasó. Para ellos era un torneo muy especial y estamos contentos por eso. Que lo disfruten con la gente y los dirigentes, que hicieron un esfuerzo espectacular”, ponderó, y al recordar a Juan Izquierdo, aseguró que “no era una carga” que el campeonato llevara su nombre. “Para los jugadores era muy especial porque su foto sigue estando ahí. Este esfuerzo es para él y su familia. Va a estar siempre acá”, dijo.

“Tratamos de que vuelva la mística. Los jugadores tuvieron un año duro, difícil. Había muchos sentimientos en este campeonato y fue lo que se habló en la semana. Es difícil sacar conclusiones. Sí estoy contento porque en todo momento se entregaron con mucha predisposición”, destacó.

Ebere y el gol

Consultado por sus sensaciones cuando Christian Ebere abrió el tanteador, sorprendió con una afirmación: “No me acuerdo del gol”. “No sé si llevo 30 días trabajando sin pausa y me bajó todo de una. Justo había tenido una charla con él hoy al mediodía y le dije que estaba contento por él, que lo disfrutara y que iba a entrar”, recordó.

“Me quedo tranquilo porque tuve paciencia con él. Capaz que el cambio era antes, pero lo puse en el momento justo. Todo el equipo estaba haciendo un gran esfuerzo. El alargue demanda muchas cosas y empezás a pensar un poco por no apurarte con los cambios, pero estoy feliz por él. Pueden pasar de vuelta situaciones en las que no esté jugando y tiene que seguir trabajando. Tiene un potencial muy grande para el club”, valoró.

Viera manifestó su “agradecimiento” con Flavio Perchman, vicepresidente del club, quien lo llevó “para ser campeón”. “Cuando tuvimos esa charla le dije que era difícil. Me voy contento con mi cuerpo técnico porque nos pudimos adaptar de manera diferente a un estilo de juego, y eso para nosotros es un montón porque estamos en un equipo gigante que demanda mucho”, concluyó.