¿Por qué la selección uruguaya bajó su rendimiento? La explicación que dio Marcelo Bielsa

“Hemos disminuido mucho la capacidad de hacer goles”, fue la respuesta que dio Marcelo Bielsa este jueves en conferencia de prensa ante la pregunta de por qué la selección uruguaya había disminuido su caudal de juego en los últimos meses.

“Hay equipos que están armados para defender y contraatacar, y nosotros estamos armados para jugar en campo rival para tratar de meter más goles”, explicó, y añadió: “Hace bastante que conseguimos pocas situaciones de gol y pocos goles. Ese es un problema del equipo, no de los delanteros”.

“El problema” que tiene el equipo es hacer “que la pelota llegue a la zona donde los ataques se empiezan a cristalizar, no por casualidad, sino producto de una idea y una sucesión de pases que haga pensar que cuando nos acercamos al área rival, un pase final, un desborde o un centro nos va a dejar en condiciones de convertir”.

Pre Copa América “disponíamos de muchas pelotas para dar un último pase o centrar con intención, que son los dos caminos más claros para generar peligro, y errábamos o convertíamos, porque nunca fuimos un gran equipo ofensivo, pero sí con perfil ofensivo”, comentó.

“En este último periodo, la pelota no llega con claridad a tres cuartos de cancha como para imaginar esa elaboración prolija del juego, que es el prólogo de un final de ataque construido y pensado. Ese es el problema al que hace mucho tiempo le busco soluciones”, agregó.

Sobre la posibilidad de hacer modificaciones en su estilo de juego, expresó: “La primera referencia de cambiar el estilo es cambiar la distribución de los jugadores en el campo, por eso el famoso plan B”.

Sin embargo, “ese no es el problema”, sino que “el cambio de estilo tiene otras características: jugar al contraataque, esperar para después atacar, generar espacios amplios refugiándonos en nuestro campo para después tener como crear peligro con pases largos”.

“El fútbol que yo propongo, que no estoy diciendo que lo consigamos, pero sí el que perseguimos, es jugar en el campo rival para estar más cerca del arco y recuperar muchas pelotas para poder atacar”, indicó.

¿Cómo se mejora esta situación? “Perfeccionando y puliendo las cosas que nos hagan mejores ofensivamente y que nos acerquen al gol, porque cuando uno juega cerca del arco rival y pierde la pelota cuando llega al área, defender es mucho más fácil que cuando la pierde en el propio campo”.

Pese a este bajón de rendimiento, no se presume que haya “caras nuevas” de cara a la Copa del Mundo: “Creo que no. Recuperar determinadas ausencias, no son caras nuevas”.

“Si me dice ‘¿usted ve alguna figura que merece un sitio protagónico y con capacidad de resolver la problemática del equipo fuera de los jugadores que cita habitualmente’? No, no veo eso”, mencionó.

La parte física

Uruguay ha presentado también un bajón en el rendimiento físico y se le ha criticado a Bielsa la “sobreexigencia” a los jugadores en los entrenamientos, pero el técnico de la Celeste se tomó su tiempo y aclaró esto.

“En la actividad física se evalúan, groseramente, seis cualidades. Después se evalúa el tiempo efectivo de actividad y el tiempo de explicación de la ejercitación. El prepartido tiene un valor límite que, si lo supera, está rompiendo lo conveniente”, destacó.

“Hicimos todas las cargas de preparación del partido de México y salvo una, que fue una práctica de fútbol —que era necesaria, pero que yo la evito porque los jugadores vienen sobrecargados de fútbol—, todas fueron por debajo de 2.000 metros, que es muy poco correr eso por entrenamiento”, contó.

Con respecto a las prácticas, dijo: “La media de duración de los entrenamientos es de 45 minutos, de los cuales la mitad son de acción efectiva. Pero no es que los jugadores hacen eso solamente: tienen descanso, hidroterapia, kinesiología, actividad en el gimnasio [todo eso tiene “valor de entrenamiento”, explicó]”.

“Sé perfectamente si me equivoco o no. No por mí, sino porque me lo indica la ciencia; no es una decisión mía”, aseguró.

“Lo escuché al señor Arévalo [Ríos] que es tanta la exigencia que [Sebastián] Cáceres se desgarró. Primero, no se desgarró. Y segundo, hacemos un informe del día que llegó, los entrenamientos, las fotos, las filmaciones, el momento en el que se abre de piernas; y Cáceres dice ‘no explique tanto, me resalé’”, siguió.

“Hay una mirada externa de que los jugadores están sobreexigidos y cansados, y no solo eso, sino que se lesionan”, subrayó.

Por último, fue consultado sobre si pensaba cambiar su metodología de trabajo, y fue muy claro: “Hace 40 años que miro jugadas. Cuando veo una que se repite, y es efectivo, digo ‘el fútbol y el futbolista ha construido una solución que es efectiva para un problema reconocible’. Todas las ejercitaciones tienen el nombre del jugador a la que se la copié”.

“Trabajo sobre una base de 300 ejercicios y diseño los entrenamientos. No intervengo el fútbol, lo copio. La única imaginación que vale en el fútbol es la de los jugadores”, concluyó.