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Fútbol Internacional
Escándalo, es un escándalo

“La Policía me recomendó que armáramos lío”: hincha de Peñarol contó lo vivido en Rosario

“Los de Central parecían monos atrás de las rejas gritándonos y tirándonos cosas”, dijo Diego Álvarez, que afirmó que no había agua ni luz.

05.04.2024 15:25

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2024-04-05T15:25:00-03:00
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Por Gonzalo de León

“La sacamos regalada”, “vi gente desmayarse adelante mío”, “pudo haber sido peor si se metía la policía”, fueron algunas de las contundentes frases que le dijo a FútbolUy Diego Álvarez, basquetbolista que jugará la Liga de Ascenso 2024 en Goes y que estuvo presente este jueves en Rosario para ver a Peñarol por Copa Libertadores contra Rosario Central.

El Pulga, como es apodado, es reconocido hincha del Mirasol e incluso defendió la camiseta carbonera en la DTA 2018 y en el Metro 2019, y consiguió el ascenso en ambos torneos. Viajó a la ciudad argentina en una excursión junto a su padre, su hermano y dos amigos.

“La idea era ir medio directo para estar lo menos posible en la ciudad. Fuimos uno de los primeros ómnibus en llegar. Llegamos sobre las 14:00 y nos mandaron al punto de encuentro en el Acuario, que era atrás de la popular de Rosario”, comenzó diciendo Álvarez.

“Los hinchas de Peñarol se pusieron a comer ahí [en el Acuario Río del Paraná], empezaron a cantar y en un momento llegó un grupo de hinchas de Rosario con la Policía marcando territorio, que ese lugar era de ellos. Nos corrieron para enfrente y ahí como que se empezó a caldear el tema”, recordó.

Y ahondó: “La Policía vio que no nos podían aguantar y nos metieron para adentro de la cancha. Hasta ahí todo normal. Después empezaron a llegar más ómnibus, llegó la barra y cada vez había menos espacio en la tribuna”.

“Faltando una hora y media para el partido ya casi no había ni aire. Ahí fue cuando empezaron a tirar los vallados para abajo. Por suerte nosotros estábamos del otro lado”, indicó. “Me empezó a faltar el aire y me tuve que ir para atrás; empecé a pedirle agua a la gente que estaba en los túneles de acceso, por una rendija me tiraban agua. No había agua en las canillas de la tribuna, la habían cortado, y faltaban dos horas para el partido”, comentó.

“Faltando una hora me fui de ese lugar para refrescarme y empecé a ver gente desmayada. Hice 10 o 15 viajes para buscar botellas de agua para que le tiraran a la gente que estaba abajo”, apuntó.

Consultado sobre la capacidad del sector asignado, mencionó: “Seguro había más de 4.000 personas de Peñarol. Estaba la gente que se veía y había mas de 500 personas en los túneles de acceso, que no vio el partido. El lugar que nos dieron sería para 2.000 personas, a reventar. Faltando una hora y media ya no había lugar y siguió llegando gente hasta iniciado el partido”.

“Policía en la tribuna no había, sí en el ingreso. Cuando salí a refrescarme, había policías y gente de seguridad, y me acerqué a decirles que por favor les comunicaran a los bomberos que les tiraran agua a la gente de Peñarol, que se estaban asfixiando. No me dieron bola”, siguió.

Y luego contó un hecho muy peculiar: “En un momento, averiguando si iban a liberar más lugares, se me ocurre preguntarle a una de las policías y me responde: ‘Mirá, esto queda acá. Les recomiendo que armen lío. Si arman lío les van a dar más lugares’. Y ahí le dije: ‘¿Cómo que armemos lío? ¿Querés que nos maten acá adentro?’ Era una locura lo que me estaba planteando”.

“Después empezó el partido y traté de volver al lugar en el que estaba, pero no vi nada del partido. Pude pasar a la tribuna porque me colgué de una baranda, pero tenía los escalones de la grada de arriba que me tapaban toda la visión. Me tenía que agachar para ver solo el arco al que atacó Peñarol en el segundo tiempo”, agregó.

Sobre los incidentes del cierre del partido, destacó: “Cuando los jugadores vienen a saludarnos, vemos que empiezan a tirar cosas de vuelta. Los jugadores pidieron que por favor que no le tiraran nada a nuestra gente. Ahí comenzaron a tirar cosas desde la platea, se produce la agresión a Maxi [Olivera] y cuando la gente de Peñarol ve que está con sangre, se empieza a alborotar de vuelta”.

“Logramos salir a oscuras, no había ni una luz en el túnel. Una vez que salimos, los hinchas de Central parecían unos monos atrás de unas rejas gritándonos y tirándonos cosas. Fuimos a los ómnibus y nos fuimos rápido, pero en la salida para agarrar la ruta nos tiraron piedras y nos rompieron un vidrio”, explicó, y finalizó: Ahora a esperar que el club haga sus descargos y empiece a cuidar un poquito más a la gente que acompaña a Peñarol a todos lados”.

Por Gonzalo de León