“Creo que soy el número uno de la historia”, dijo el portugués Cristiano Ronaldo

La entrevista que Cristiano Ronaldo concedió al programa Good Morning Britain del canal ITV, de la que se conoció como adelanto una parte en la que el futbolista lloró ante la aparición de un video inédito de su difunto padre, se emitió de forma completa este martes y mostró otras facetas del crack portugués.

La parte menos sorprendente fue en la que habló de sí mismo, ratificando la confianza que se tiene. “No puedo controlar lo que le gusta a la gente. A algunas personas les gusta tal o cual jugador. Para mí, soy el número uno de la historia. Sé que soy uno de los mejores de la historia del fútbol”, comentó.

“Quiero ganar la mayor cantidad de Balones de Oro de la historia. Me encantaría y creo que lo merezco. Messi es un tipo fantástico y un jugador fantástico, pero creo que después de tener seis, siete u ocho, estaré más por encima de él”, agregó el lusitano.

“Mi relación con él es buena, no somos amigos, pero hemos compartido el escenario durante 15 años. Tengo una buena relación, y sé que él me motiva a ser un mejor jugador y yo también lo presiono”, reconoció CR7, quien también recordó que en 2003 estuvo cerca de ser jugador del Arsenal, pero recaló en Manchester United.

Una noche de fiesta, pero camuflado

Tras su pasaje por Inglaterra llegó a mediados de 2009 a Real Madrid, donde sólo una vez salió de fiesta y lo recordó. Meses después de su llegada al club merengue fue a un boliche con su amigo Ricky, pero tuvo que disfrazarse para pasar inadvertido y ni así lo logró.

“Era año nuevo y no podíamos quedarnos en casa. Compramos disfraces y fuimos a un discoteca vestidos de rockstars en el centro de Madrid. La gente nos miraba raro, como diciendo 'de dónde salieron estos'. Quedamos en que solo íbamos a hablar en inglés”, recordó CR7.

“En un momento hablé portugués con Ricky. Fue la única vez en toda la noche que hablamos portugués y un chico que estaba atrás mío se acercó y me dijo: 'Cristiano, sé que eres tú'. Y yo pensé que no era posible. No reaccioné, pero me sentí mal e irritado”, narró.

“Durante la noche, ese chico estuvo diciendo a toda la discoteca: ‘Miren, ese es Cristiano'. Y yo, como soy un chico alto, sentía que todo el mundo en la discoteca estaba mirando”, contó, aunque esa situación no opacó la fiesta: “Estuvimos tres horas ahí y fue de las mejores noches de mi vida”.

Pidiendo sobras para comer

Claro que aquella noche contrasta mucho con lo que fue su etapa de formativas en el Sporting Lisboa, donde estaba lejos de su casa. “Vivía con otros jugadores de mi edad que venían de todas partes de Portugal. Tenía 12 años y no tenía dinero”, recuerda, y no se ruborizó al contar una anécdota que retrata aquel período.

“Fue difícil sin mi familia conmigo. Recuerdo que había un McDonalds cerca donde pedíamos las hamburguesas que sobraban y una señora llamada Edna y otras dos chicas siempre nos daban alguna. Espero que esto me ayude a encontrarlas. Quiero invitarlas a cenar en Turín o Lisboa y devolverles lo que hicieron por mí. Nunca lo olvidé”, concluyó.