“Cada día me siento mejor”: Báez sobre su presente en Peñarol y la relación con el hincha

El extremo de Peñarol, Jaime Báez, se refirió su presente en la institución en su regreso al club, como va ganando minutos en cancha y el relacionamiento que tiene con el hincha, que apuesta a ganarse con rendimientos.

“Cada día que pasa me siento mejor”, dijo Báez entrevistado en el programa Minuto 1 (Carve Deportiva, 10.10 AM) y agregó: “Lo que me faltaba era el entrenamiento en equipo. Estoy conforme con los minutos que he tenido”.

“Me siento bien y siento que puedo jugar por la banda. Obviamente hay partidos donde tenés más desgaste porque en esa posición hay más participación en el juego. Diego [Aguirre, el entrenador] tiene claro que dónde me ponga voy a dar el máximo siempre”, comentó

Y destacó la “intensidad”, que tiene el equipo tano “mental cómo físicamente”, para explicar: “Es lo que más me gusta porque cada partido se sale a ganar y con la capacidad de poder hacerlo”.

Su ida y vuelta

La China, tras su salida de Peñarol en mayo pasado, retornó al club carbonero a mediados de setiembre, casi cuatro meses después y tras la inesperada lesión de Javier Cabrera.

“Tenía razones válidas para irme en su momento y no me arrepiento de las cosas que hago, pero siempre miro hacia adelante”, dijo consultado sobre su resolución de aquel momento: “Cuando estaba en Italia surgieron equipos interesados en ficharme, pero nada concreto. La única propuesta que llegó fue una de Grecia y al final decidimos esperar un poco más”.

“Mi familia es lo primero y mis decisiones siempre fueron pensando en lo mejor para ella”, explicó también a la hora de decidir volver.

“Tanto Peñarol como yo podemos decidir en conjunto el futuro. Si Peñarol no quiere me quede, no me voy a quedar. Y si yo quiero quedarme, dependerá mucho de lo que pueda hacer en la cancha de acá a diciembre”, aclaró.

El hincha carbonero

Báez fue consultado de su relación con el simpatizante carbonero, que por momentos le ha hecho saber de su incomodidad por cómo se dieron las cosas, algo que entiende lentamente va quedando en el olvido.

“La verdad que el otro día [ante Danubio], en el lugar donde calentamos, había mayoría de niños y gente que va siempre a esa zona, y no escuché ningún insulto ni nada, solo palabras de apoyo”, recordó.

“Cada persona tiene su opinión, y es siempre respetable. Uno trabaja para dar lo mejor; espero que la gente esté contenta con mi rendimiento”, cerró.