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Contenido creado por Paula Barquet
Innovación y otras yerbas
Foto: Difusión Plan Ceibal
OPINIÓN | Innovación y otras yerbas

Qué es la innovación y por qué no alcanza con buenas ideas: empecemos por las definiciones

La capacidad de transformar la realidad debe ser evaluada mediante estudios de impacto, e incluso de continuidad en el tiempo.

Por Fernando Brum

20.12.2023 11:38

Lectura: 4'

2023-12-20T11:38:00-03:00
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Quiero comenzar este espacio intentando definir la innovación, o al menos ensayar una aproximación. Hace ya unos cuantos años que la innovación está de moda. Las empresas se autoproclaman innovadoras, anuncian sus productos o servicios manifestando que son innovadores, también los gobiernos señalan que llevan adelante políticas innovadoras.

Es imprescindible distinguir entre una innovación y una idea novedosa. Una idea original que no ha sido implementada con éxito es simplemente una idea, no es una innovación.

Por ejemplo, la Televisión Digital Interactiva, promovida en su momento por la Unión Europea, no llegó a convertirse en una innovación. No fue adoptada por los usuarios. Muchos países y empresas intentaron promover esa tecnología y fracasaron; la propuesta cayó rápidamente en desuso. Como contrapartida, internet es claramente una innovación que transformó prácticamente todo a escala global.

La iniciativa del MIT “One Laptop per Child” (OLPC) tampoco se constituyó en una innovación: ningún país del mundo logró implementarla. En cambio, el “Plan Ceibal”, inspirado en OLPC pero con características muy diferentes, trajo consigo cambios profundos en muchos aspectos de la educación en Uruguay.

No alcanza con ser original, no alcanza con tener “una buena idea”: es necesario implementarla.

En el caso de un producto o servicio es necesario lograr que los clientes lo adopten. En el caso de una política pública es necesario que transforme aspectos de la realidad.

La innovación es un fenómeno complejo, que puede ser abordado desde diferentes puntos de vista. Sin embargo, existe un consenso utilizado por la mayoría de los países que fue desarrollado por la OCDE y se denomina Manual de Oslo. Fue elaborado en 1997; la cuarta y última versión es de 2018.

Por tanto, siguiendo el estándar internacional distinguimos cuatro tipos de innovación:

Innovación en producto o servicio

La empresa crea un producto o servicio nuevo, o lo mejora en forma significativa. El producto o servicio debe presentar características bien diferenciadas de los ya existentes.

Ejemplos típicos son el “teléfono inteligente”, que empaqueta funciones típicas de un computador personal en un celular, creado por Apple en 2007; y el servicio de transporte de personas creado por Uber en 2009.

Innovación en proceso

Puede ser mediante la introducción de nueva tecnología, o simplemente reorganizando un proceso existente para volverlo más eficiente, o más confiable desde la óptica de la calidad.

Ejemplos típicos son la introducción de tecnología informática en la gestión de almacenes; o la incorporación de maquinaria más eficiente en un proceso productivo.

Innovación en marketing

Consiste en utilizar un nuevo método de comercialización. Introducir cambios significativos de diseño, envasado, posicionamiento, promoción o precios. También en la creación de nuevos canales de venta o en la forma de exhibir el producto.

Ejemplos típicos son las ventas por internet vía “Tiendas virtuales”; o cambios en la presentación.

Innovación en organización

Consiste en cambios en las prácticas y procedimientos de la empresa. La actualización en la gestión del conocimiento o la introducción de sistemas de gestión o de gestión de la calidad. También se consideran innovaciones las variaciones en las relaciones con clientes y proveedores.

Ejemplos típicos son la integración de cadenas de valor mediante acuerdos estratégicos; o la introducción de un sistema de aseguramiento de la calidad.

Es importante agregar que las siguientes actividades NO se consideran una innovación:

·         Dejar de hacer algo obsoleto

·         Sustituir y ampliar equipos

·         Trasladar las variaciones de costos a los precios

·         Cambios por estacionalidad

·         Vender algo nuevo con el método habitual 

El mercado es quien valida una innovación empresarial. Sin éxito en el mercado no hay innovación.

En el caso de las políticas públicas, su capacidad de transformar la realidad debe ser evaluada mediante estudios de impacto, e incluso de continuidad en el tiempo.

Por Fernando Brum