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Contenido creado por Paula Barquet
El negocio en busca de sentido
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OPINIÓN | El negocio en busca de sentido

Cultivar el bienestar: lo correcto, y lo más inteligente, es promover la salud laboral

Una mirada sobre las medidas efectivas para el bienestar físico y emocional en el lugar de trabajo y la comunidad como un todo.

Por Teresa Cometto
teresa.cometto29@gmail.com

09.05.2024 10:56

Lectura: 4'

2024-05-09T10:56:00-03:00
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El bienestar y la salud en el lugar de trabajo se han convertido en prioridades clave para aquellas empresas que solamente entienden el crecimiento a través del compromiso con sus colaboradores.

La creación de una cultura de bienestar es fundamental para promover la salud en el lugar de trabajo, cultivar un ambiente que valore el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, fomente la apertura sobre la salud mental y física, y promueva hábitos de vida saludables.

El estudio de Castro-Martínez y Díaz-Morilla (2020)* describe diversas medidas adoptadas por empresas españolas destacadas en estas prácticas, tales como la semana de la seguridad, la salud y la diversidad. Entre las medidas para potenciar el bienestar físico y emocional figuran relajación, coaching, meditación, medidas de desarrollo y crecimiento personal, mindfulness. Respecto a los programas de nutrición, deporte y hábitos saludables identifican nutrición, gimnasio, clases de yoga, club de corredores, defensa personal. Esto se suma a eventos culturales y de convivencia, tales como celebraciones familiares, visitas a museos, voluntariado, desayunos con directivos.

La salud mental requiere programas de apoyo emocional, como asesoramiento y recursos para la gestión del estrés, así como la creación de espacios seguros para discutir temas relacionados y la eliminación del estigma asociado.

Estos planes se suman a espacios de trabajo saludables, que fomentan el movimiento, la ergonomía y la interacción social. Desde escritorios ajustables en altura hasta áreas de descanso al aire libre, más luminosos, mejor temperatura, duchas en las instalaciones. Esto se combina (de permitirlo la dinámica de trabajo) con la flexibilidad horaria y espacial, teletrabajo y políticas de beneficios como seguros sociales, cheque gourmet, cheque guardería, abono transporte, ayudas económicas, tarjetas descuento, asesoramiento legal y psicológico.

Sistemáticamente dichas empresas llevan a cabo encuestas de clima organizacional, entrevistas y seguimiento personalizado del bienestar y el desempeño, así como estudios de riesgos psicosociales y campañas de mejora de la experiencia del empleado.

Las motivaciones de estos programas por parte de las organizaciones se refieren a planteamientos éticos relacionados con la condición de seres humanos (38,6%), aumento de la productividad y el beneficio empresarial (30,1%), una mezcla de los dos anteriores (14,5%) así como fomentar la alineación de los empleados con los objetivos de negocio (7,2%), fidelización, retención del talento y mejora de la reputación de la entidad (6%).

En resumen, invertir en el bienestar de los empleados no solo es lo correcto, sino también lo más inteligente desde el punto de vista empresarial.

¿Pero qué pasa con las personas más vulnerables? Podemos vernos tentados a pensar que el bienestar pasa por otras necesidades básicas insatisfechas más urgentes.

Hace algunos meses me reuní con Pamela Martínez, quien desde Ombijam* trabaja con familias en contexto de vulnerabilidad. Desde ya, lo primero es brindar alimento, “porque con la panza vacía no se puede pensar ni sanar”, dice Pamela, pero en paralelo incorpora el autoconocimiento, con el objetivo de aprender nuevos hábitos y desaprender otros. Las herramientas de autoconocimiento no siempre llegan a contextos vulnerables; de hecho, es bastante exclusivo. Una de las razones por las que no hay movilidad social es que no hay acceso a estos conocimientos que ayudan a cambiar patrones, maneras de pensar y creencias limitantes.

Me gustaría cerrar con un párrafo que me compartió Pamela, que nos interpela a todos: “Cada vez que compartimos la miel del panal somos polinizadores... y así como cada abeja en cada pradera produce una miel única, así también cada persona puede regalarse la oportunidad de brindarse desde su singular y excepcional forma de compartir parte de su tiempo, dinero, conocimientos, experiencias en pos de un bien común que ilumine la colmena”.

*1: Castro-Martínez, Andrea; Díaz-Morilla, Pablo (2020). “Comunicación interna y gestión de bienestar y felicidad en la empresa española”. Profesional de la información, v. 29, n. 3, e290324. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.24

*2: Ombijam es una asociación civil que colabora en el fortalecimiento de la seguridad pública, a través de procesos de rehabilitación y reinserción socio-laboral de personas privadas de libertad, liberadas y sus familias. Se trata de un ecosistema que a través de personas, instituciones y empresas que la integran con responsabilidad da respuesta a personas que son invisibles desde una situación muy vulnerable de abandono, crueldad, hambre, sin techo, sin baño, sin rumbo, sin sentido.

Por Teresa Cometto
teresa.cometto29@gmail.com


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