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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Venta de marihuana: ¿asunto de Estado de primer orden?

"La venta de marihuana en las farmacias se transformó en tema central de estos últimos días, como si en esto nos fuera la vida como país".

27.08.2017 17:35

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2017-08-27T17:35:00-03:00
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Resulta por lo menos extraño para cualquier observador ajeno a nuestra realidad política que la venta de marihuana en las farmacias se haya convertido en un asunto de Estado de primera prioridad, al punto de que el gobierno entero está movilizado y dispuesto a enviar de urgencia una misión de primer nivel a Estados Unidos para buscar una solución que permita vender marihuana al público en las farmacias.

Es razonable que el Estado busque la solución para que se cumpla con una ley que fue votada por el Parlamento y que, en tal sentido, idee alternativas para garantizar su cumplimiento. Entre otras cosas, además, porque resulta una postura muy hipócrita del sistema financiero prohibir a las empresas operar con bancos por vender marihuana legal en nuestro mercado interno con todas las garantías de transparencia sobre el origen de los fondos.

Lo que es una absoluta desproporción es el nivel que alcanzó el tema, no sólo en los medios de comunicación, sino en la agenda del propio gobierno.

El senador José Mujica, padre de la criatura, se enfureció y amenazó con paralizar el Parlamento si no resolvían el problema. Le gritó al Ministro de Economía, acusó al Presidente del Banco República y demás improperios, como si en ese tema se jugaran los máximos intereses del país.

Ni siquiera admitió que los problemas que se habían generado eran responsabilidad de su propio gobierno que fue el que impulsó y aprobó la ley con los problemas que hoy explotan. Exigió una inmediata solución, indignado por una situación de la que era directamente responsable y pretendió (y logró) que se transformara en un asunto de altísima prioridad.

Insólito. La venta de marihuana en las farmacias se transformó en tema central de estos últimos días, como si en esto nos fuera la vida como país.

¿No tenemos otros problemas de magnitud? ¿No estamos en una situación de catástrofe en materia educativa, frente a la que el gobierno no está haciendo nada? ¿No está pendiente una reforma del Estado y de las empresas públicas sin que en casi tres períodos de gobierno, no se haya logrado ningún cambio relevante? ¿No sigue existiendo un grave problema de inseguridad que afecta a nuestra convivencia social? ¿No estamos frente a la necesidad de encarar con urgencia los problemas de empleo y seguridad social que nos afectan?

Después el presidente Vázquez se queja y se enoja con los que sostenemos que el gobierno no tiene agenda. Si habrá poca agenda en el gobierno actual, que los problemas de venta de marihuana se convierten repentinamente en asunto privilegiado que ocupa los primeros lugares de la preocupación oficial.

Pero lo más preocupante es cómo las cuestiones que tienen que ver con elementos simbólicos de los líderes del partido de gobierno se convierten en asuntos de Estado, con independencia de la verdadera importancia que estos efectivamente tienen para nuestra sociedad.

Para Mujica el tema es tan relevante como para "poner el grito en el cielo" porque es parte de su fama internacional. Porque se convirtió en uno de los temas que lo convirtió en "vedette" en el mundo. Entonces, todo el gobierno sale corriendo a arreglar el problema.

La cuestión refleja una enorme desproporción entre la importancia objetiva del tema para el país y la relevancia que le otorga un gobierno que, además, tiene pocos temas fuertes entre manos.

El enorme poder que ha tenido el Frente Amplio en estos años en nuestro país ha generado que algunas de las obsesiones o caprichos de sus principales líderes se conviertan en "asuntos de Estado", confundiendo la agenda del país con la agenda propia de aquellos que quieren pasar a la historia con sus propias iniciativas.

Dejar la marca con sus iniciativas personales distorsiona el valor real de sus políticas, redefiniendo el peso que estas tienen en la preocupación del país. La venta de marihuana en las farmacias es ley y, como tal, hay que encontrar un camino de solución al problema, pero otra cosa muy distinta es que se convierta en uno de los temas centrales del país en las últimas semanas. El mareo del poder genera estas distorsiones.