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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Sin respuesta frente a la situación de nuestros puertos

No debe haber problema más grave en el actual panorama productivo del país que el impacto de las medidas tomadas por el gobierno argentino con respecto a nuestros puertos.

07.01.2014 17:07

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2014-01-07T17:07:00-03:00
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Han pasado ya más de dos meses desde que el gobierno argentino adoptó estas medidas y, sin embargo, el gobierno uruguayo muestra su más rotunda inoperancia.

En efecto, a fines de octubre nos encontramos con que el gobierno argentino repentinamente decidió prohibir el trasbordo de las mercaderías de origen argentino en nuestros puertos. Ello se debe a que nuestro país no ha firmado el acuerdo regional que establece la reserva de cargas a buques de bandera de los países de la región. La medida adoptada ha impactado fuertemente sobre la operativa del Puerto de Montevideo que está sufriendo una significativa pérdida de cargas puesto que, del total de la operativa de nuestros puertos, las mercaderías provenientes de Argentina son un componente muy relevante.

Por si esto no fuera suficiente, pocos días después de que se tomó esta medida el gobierno argentino agregó otra referida en este caso a la reducción de la extensión de los convoyes de barcazas que trasladan la mercadería por los ríos internos de la región. Esta segunda medida impactó directamente sobre la operativa del puerto de Nueva Palmira.

De modo que a comienzos de 2014 nuestras dos principales terminales portuarias sufren el duro efecto de las medidas tomadas por un gobierno como el argentino que se ha especializado en afectar y perjudicar los intereses de nuestro país. La historia reciente muestra una capacidad de daño de parte del gobierno kirchnerista hacia nuestro país que difícilmente tenga antecedentes en nuestra historia reciente.

El presidente Mujica pretende explicar la situación como el resultado de una vieja e histórica disputa entre intereses contrapuestos surgidos de la "guerra de puertos". Sin embargo, la gran mayoría de los gobiernos argentinos anteriores no actuaron con tal saña y agresividad hacia nuestro país. Desde el corte de puentes de 2005 a la fecha no existe una escalada de agresión más grave que la que hemos vivido en estos años: denuncia ante el G20, barreras comerciales y turísticas, oposición a la publicación de los informes sobre el Río Uruguay, renuencia a autorizar ampliaciones en los muelles de Nueva Palmira, freno al dragado del Canal Martín García, etc.

Ciertamente tampoco hemos tenido un ejemplo más triste de ausencia de política exterior seria y definida por parte de nuestro país. En efecto, la política internacional del actual gobierno se ha caracterizado por su más rotundo fracaso y, además, por una ausencia total de coherencia, sistematicidad, orden o claridad de objetivos.

El gobierno de Mujica ha sido débil ante la prepotencia kirchnerista y además ha buscado congraciarse con medidas unilaterales e innecesarias, como por ejemplo cuando resolvió que los buques de bandera de Malvinas no serían recibidos en nuestros puertos, lo que nos generó problemas gratuitos con los gobiernos de Gran Bretaña y España.

¡Qué paradoja! Hace dos años nuestro gobierno para congraciarse tontamente con el gobierno de Argentina prohibía el ingreso de buques de Malvinas a nuestros puertos. Dos años después el gobierno argentino actúa con "reciprocidad" y ¡prohíbe el ingreso de sus productos a los puertos uruguayos!

Sin embargo, junto a una estrategia débil y falta de opciones alternativas hemos visto declaraciones del presidente que son totalmente desafortunadas y sin ningún efecto favorable (ver al respecto "lo de la vieja y el tuerto" o lo de "las papeleras del tiempo de ñaupa").

O sea que la forma de actuar es totalmente inversa a lo que debería ser una política internacional seria y clara. Por un lado en el plano diplomático se carece de ideas y propuestas para resolver los problemas, por otro lado en las declaraciones periodísticas del presidente se ofende y agravia sin otro resultado que acumular molestias. ¿Quién entiende a este gobierno?

La única línea de acción que se ha anunciado es la tan esperada reunión entre los dos presidentes que se viene anunciando desde hace dos meses y se posterga sucesivamente. Como si la reunión de los dos presidentes pudiera tener efectos positivos para destrabar la situación.

Dos graves errores presenta esta alternativa; el primer error es que todas las cartas están jugadas a esta reunión, cosa que conoce perfectamente la contraparte, y además no existen lineamientos alternativos que sean conocidos públicamente. El segundo error consiste en que nunca hasta ahora estas reuniones presidenciales han tenido ningún resultado positivo para destrabar los diversos problemas y obstáculos generados.

Por otra parte, es muy dudoso que en medio de la grave situación política que vive la presidenta argentina, la posibilidad de una reunión y, menos aun, un acuerdo con Mujica tenga algún grado de viabilidad. Para peor, tenemos la sensación de que este tema, el más grave de todos los que tenemos en la actualidad, es muy poco percibido por la opinión pública y por el conjunto del sistema político.

Mientras tanto, el flujo de comercio marítimo en nuestros puertos se reduce gravemente con los consiguientes efectos negativos para el crecimiento y desarrollo del país.