Contenido creado por Brian Majlin
Carmen Sanguinetti

Escribe Carmen Sanguinetti

Si aplicáramos un poco la “matemática” seríamos mejores políticos

Una propuesta de acuerdos mínimos para no trancar iniciativas por su color político originario. Una idea para aplicar consensos mínimos.

12.09.2022 12:09

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2022-09-12T12:09:00-03:00
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El proceder político por momentos me preocupa.

A veces siento que el sistema político se partidiza tanto que, más allá de las diferencias ideológicas en las que filosóficamente nadie pretende alinearse al otro, nos ponemos a buscar ese detalle en el que podamos confrontar y marcar nuestras diferencias. Como si de eso se tratara nuestra tarea.

Entiendo que en cierta medida es inevitable, pero me preocupa que seamos capaces de trancar o encajonar una buena iniciativa, no importa de qué color sea la bandera del que la presenta, aunque compartamos el 95% de su contenido y de su espíritu legislativo. O que pongamos el énfasis únicamente en las debilidades de tal o cual programa de acuerdo al jerarca en cuestión que lo lideró e implementó. 

Más de dos años de estas imágenes me han hecho recordar ese concepto con el que tanto nos machacaron los profesores de matemáticas: el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo.

A veces nos preocupamos más por dividir, todo lo que podamos, que por encontrar los puntos en común. Y eso que en gran parte de los casos los puntos de acuerdo son muchos más de los que las personas creen.

Los actores del sistema político, en lo partidario y en lo extrapartidario, deberíamos trabajar esforzadamente por identificar los mínimos comunes denominadores y establecer esto como un procedimiento habitual a la hora de sentarnos a discutir iniciativas.

La reforma de la seguridad social es un claro -clarísimo- ejemplo, la transformación educativa, el combate al narcotráfico. En estas áreas no podemos darnos el lujo de no encontrar estos acuerdos mínimos.

Menos deberían importar las posturas personales o los juegos electorales cuando tenemos sobre la mesa la responsabilidad de definir e incidir en el futuro de nuestros hijos, en la vida de las personas o en las posibilidades estructurales de la economía de un país.

Si aplicáramos un poco más esta idea matemática seríamos mejores políticos y tendríamos un mejor país.


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