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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Seguridad: fortalece el instituto policial

Estamos en el momento de mayor agravamiento de la problemática de la seguridad pública. Los delitos se multiplican, la ciudadanía percibe que este es uno de los mayores problemas actuales que vive nuestra sociedad y comienzan a aumentar los casos de “justicia por mano propia”.

27.04.2009 10:31

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2009-04-27T10:31:00-03:00
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Los uruguayos tienden a pensar que el Estado ha desertado de su capacidad de brindar seguridad y empiezan a resolver la problemática como mejor se les ocurre.

La conducción del Ministerio del Interior ha fracasado rotundamente y su titular demorará más o menos tiempo en abandonar su cargo, pero su retiro es cosa de tiempo. Es necesario un cambio que permita recuperar confianza en la gestión de los asuntos propios del orden público.

El problema es que no alcanza con cambiar a la titular del Ministerio del Interior, la crisis de la seguridad viene de lejos y se viene agravando desde hace más de quince años de manera continua y progresiva. Su sustitución es necesaria, pero no es un factor suficiente para resolver esta compleja problemática.

Es necesario impulsar un conjunto de medidas concretas y firmes que modifiquen radicalmente la tendencia a su deterioro creciente. En tal sentido, nuestra posición consiste en apostar con fuerza al fortalecimiento del Instituto Policial. No creemos que la alternativa pase por la creación de un nuevo cuerpo de seguridad encargado de la represión, sino en recuperar la fortaleza de nuestra policía apostando a su profesionalización y dignificación.

Es necesario reestructurar la organización de la policía. Para ello debe eliminarse la actual división en dos escalafones, para volver a construir una única carrera policial, con criterios de especialización y definición clara y precisa de los cargos.

Es necesario hacer una fuerte y definitiva inversión de recursos públicos en mejorar las remuneraciones de los efectivos policiales, impulsando el paulatino y progresivo desmontaje del servicio 222, que tanto mal le ha hecho al funcionamiento de nuestra policía.

Es necesario reajustar el funcionamiento gremial teniendo en cuenta la especial situación del cuerpo policial que tiene un componente ineludible de verticalidad y jerarquía.

Es necesario afirmar el control y la represión de las situaciones de corrupción dentro del instituto policial, apostando a un reforzamiento de la ética profesional.

Es necesario separar la administración carcelaria del funcionamiento del Ministerio del Interior para que los institutos de reclusión cumplan una función de rehabilitación y para evitar la confusión entre las tareas de prevención y represión del delito de las tareas de custodia y rehabilitación de los delincuentes.

No es necesario bajar la edad de imputabilidad de los menores, pero sí es necesario responsabilizar a los padres o tutores cuando los menores que tienen a su cargo cometen delitos, y es también necesario que cuando estos delitos sean graves no se borren sus antecedentes al cumplir la mayoría de edad.

Es necesario depositar confianza y apoyar a la conducción policial en su lucha contra la delincuencia, aprobando con urgencia un nuevo Código de Procedimiento Penal.

Todas estas cosas están pendientes y, lamentablemente, siguen a la espera de que alguien asuma e impulse los cambios indispensables.